Naturaleza, claramente la raíz de la vida

Hoy exhibimos una lluvia de fotografías, imágenes que exteriorizan innegables secretos hasta ahora celosamente guardados, tan solo una razón más en favor de estos antiguos amigos del hombre, los arboles, conocimiento que nos exige quererlos y admirarlos, si ligados a cantidad de otros seres, por alguna incierta razón en alguna parte del camino, elegimos la naturaleza como habitad para continuidad de la existencia, como arremeter contra ella en este presente. 

Naturaleza, claramente la raíz de la vida.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Emociones positivas.

Cariño de todas partes, válido instrumento acá, allá y porque no… un poco más allá, amor, cariño, comprensión, amistad y una suma de sentimientos,  elementos de la vida misma.

 Aquí nos preguntamos si serán nuestros sentidos los que ejercitan tales impresiones o quizás componentes que flotan en proximidad, algo así como se siente el frio, si bien existe no se ve pero, se registra, penetra, así indistintamente como las emociones bien llamadas positivas.

En la imagen Ana acaricia los pómulos de un ser que reposa sobre el tronco del longevo árbol, notamos actitud de sorpresa en el rostro del amigo, seguramente ni el mismo sospechaba del desmedido poder del cariño, potencia que en este caso lo lleva desde acá, un poco más allá.

Debajo del personaje, otros tantos se agolpan en presencia de lo que resulta para nosotros un faro, así como indicador del navegante,  enseñando con su potente luz el buen camino, una cruz a nuestro paso nos muestra el pasaje correcto.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Encuentro entre “dos mundos”

En repetidas oportunidades nos referimos al más allá como un territorio muy cercano, tan pero tan cercano que lo único notable y de innegable diferencia con nuestro espacio es la complexión de sus habitantes. Observamos en la siguiente imagen el encuentro de Ana y un ser cuyo nombre ignoramos,  clara combinación de sentimientos, efectos que dejan intensas huellas en ambas culturas,  para nosotros algo así como el tan ansiado y eventual encuentro entre “dos mundos”.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Sin principio no hay final

Sabemos del negro cuando hemos disfrutado el blanco o inversamente, bueno, malo, gordo, flaco, lindo, feo, y tantos otros adjetivos, de igual forma, no sucedería el principio de no existir un final, naturalmente el balance de la vida, transitemos mansamente y así, todo resultara perfecto.

Cabe aclarar lo acontecido en el bosque, manos anónimas espaciaron cintas  magnéticas de películas así tal como si se tratara de adornos navideños, de árbol a árbol y en ocasiones a metros de altura, sumado a la escaza atención prestada por parte de quienes tienen en sus manos el cuidado de este reservorio natural, nos obligamos nosotros, los paseantes a proceder a resignar tiempo de esparcimiento recogiendo el descuido ajeno para depositarlo en el lugar conveniente.

Así como dos más dos es cuatro, humano sin naturaleza es cero, naturaleza sin humano es vida, no despilfarremos la gran oportunidad de coexistir.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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La naturaleza de todas las cosas.

Por que cuidar la naturaleza, porque no es simplemente lo que vemos, también existe lo que escapa a nuestra visión y les aseguramos que no es poco, intentemos ver la realidad de este ecosistema que nos cobija y del cual somos parte activa, fuera los espantos, fuera las brujerías, a pasar de hoja que está esperando el siguiente capítulo dentro del gran libro de la vida.
Todos invitados, pasen a conocer, aunque pareciera sumamente complejo  intenten comprender el escenario en que se desarrolla esta magnífica obra, vida, vida y muchísima más vida por donde se pretenda observar,  todo es substancia, solo comprender de qué se trata es la combinación.

Es preciso apreciar con esmero y con amor auténtico la existencia en todas sus formas, inclusive la propia, existencias que en su conjunto un solo nombre las identifica, y ese nombre es vida, descubrámonos ante ella.

Por esa razón amigos lectores desde este rinconcito hoy les proponemos hacer llegar un cálido y fuerte aplauso al creador y a su fantástica ocurrencia que en algún momento motivo la instauración de tanta grandiosidad.

Que otra palabra puntualizaría mejor lo antes mencionado que desearles, Buena vida!!!

Pablo y Ana Borsani

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Fotografía original, recomendamos ampliar a su máximo y observar detenidamente.

¿Has visto a Dios?

Seguramente si, solo ocurrió que no te has dado cuenta, es ese, claro, el de la apariencia variada, en algunas ocasiones joven y en otras algo más anciano, o tal vez niño,  es por esa razón que se dice que está en todas partes.

La fotografía nos muestra un hombre al que acaso correspondería  llamarlo abuelo por su apariencia, pelo cano, desarrollados bigotes que hacen juego con su cuidada barba blanca, lo advertimos caminando  por el bosque en posición muy cercana a nosotros, su paso silencioso, de contextura etérea  pero en menor proporción si lo confrontamos con otros seres que acostumbramos apreciar habitualmente,  sobre su cabeza una enorme cruz cuyo color también es el blanco.

Si lo comparamos en la imagen con las dos mujeres que componían el trió, observamos que fácilmente podríamos confundirlo con un paseante mas, que de hecho lo ha sido, solo que seguramente, su camino corre en distinta dirección.

No pretendemos probar que el anciano fuera Dios, ni siquiera tenemos conocimiento de quien pueda tratarse, pero.... la incertidumbre nos deja reflexivos.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Existir y darnos cuenta

Como un ligero reflejo en el cristal, se forma espontánea la figura, estampa de perfil humano y conformación etérea  que, creyéramos  se arrima para sumarse a las oraciones que pronuncian las presentes.

Acá, allá y mas allá es solo cuestión de ubicación sobre este magnífico planeta,  insuperable terreno para el cultivo de la existencia en todas sus formas.

Existir y darnos cuenta, vínculo fundamental para una Buena vida!!!

Pablo y Ana Borsani

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-- Fotografía original --

De acá para allá

De camino por el sendero,  observamos disparejos seres, muchos parecieran  propiamente humanos, otros, protagonistas de cierta ficción, se los observa ocultos, en su gran mayoría detrás de algún tronco o follaje. Seres de allá ocultos acá, nos preguntamos qué tan lejano será el más allá, entendemos que no existe distancia, es aquí, muy próximo, es el espacio en el cual coexistimos los rubios, morochos, altos, gordos, flacos, bacterias, animales, insectos, humanos, espíritus, dioses, ángeles,  duendes, gnomos y tantos otros seres que resultaría imposible puntualizar, muchos individuos visibles para el ojo humano, otros etéreos, seres incorpóreos como el aire mismo. Si tratan de ocultarse presuponemos que pretenden no ser vistos, si se ocultan detrás de objetos de acá es simplemente porque acá es donde ellos están y aun sin advertir nuestro exiguo enfoque.

Solo es preciso frenar la carrera del diario vivir, plantearse disfrutar mirando detenidamente el paisaje, reteniendo infinidad de sensaciones que se provocan a cada paso y..

Buena vida!!!

Pablo y Ana Borsani

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El sentido de la vida

Tradicionalmente, se ha dicho que tenemos cinco sentidos, en realidad, tenemos muchos más. Por ejemplo, el sentido del tacto no es uno solo sino muchos,  incluye la sensación de presión, cuando un objeto toca en la piel, pero también la sensación de temperatura que nos permite distinguir si el objeto está frío o caliente, o la discriminación de la textura, que nos indica si es liso como un cristal o rugoso como el papel de lija. En el sentido de la visión, en realidad, existe una visión que funciona de día y otra distinta que funciona de noche, y existe un tipo de detector distinto para cada color fundamental. También hay otros sentidos que proceden del interior de nuestro cuerpo, y nos indican por ejemplo si tenemos la vejiga llena, o el estómago vacío, de algunos sentidos apenas tenemos conciencia, como el del equilibrio, que detecta si nos inclinamos con respecto a la vertical, o el sentido de la posición, que nos permite saber en qué posición tenemos las piernas y los brazos aunque tengamos los ojos cerrados, y aún hay otros órganos sensoriales de los que no somos conscientes en absoluto, por ejemplo los receptores que miden la presión arterial, o la concentración de sales en el plasma.

Todos estos sentidos, sin embargo, comparten una estructura básica semejante, tienen un detector que es el que responde al estímulo (la luz, o el sonido, etc.). El estímulo produce potenciales de acción en una fibra nerviosa, que los conduce al sistema nervioso central, y allí se procesan y analizan. Si estas señales llegan hasta la corteza cerebral, como las señales de la visión o del oído, entonces percibimos el estímulo de forma consciente, si no llegan a la corteza no entran en la consciencia, por ejemplo las señales de los detectores de presión arterial.

Soledad, sentimiento de encontrarse alejado de otros seres, efecto ilegítimo motivado por la intervención de la visión y el oído, no obstante hay otros sentidos que colaboran e indican que no todo es tan solitario como lo apreciamos, recorramos juntos el sendero de la imagen,  un lugar por demás solitario para aquellos que no acostumbran utilizar todos los sentidos. 

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Gracias: http://www.uam.es/personal_pdi/medicina/algvilla/fundamentos/nervioso/sensorial.htm

Aquel viejo secreto de amor y amistad

Revelado en las imágenes que hoy apreciamos, cariño de aquí, amor de allá, similares sentimientos  distintos espacios. Más allá, época en que lo material abandona su trono dando paso a las emociones, lo calificaríamos avance espiritual, inequívoco es que, el progreso no requiere de baterías.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Darse cuenta

Cuanto tiempo hace que no ven un Duende o un Gnomo?, Axel Munthe, Escritor, médico y psiquiatra sueco de enorme labor humanitaria, tenía una frase por demás celebre al respecto, el decía: "Me ha asombrado saber que hay personas  que nunca han visto un gnomo. No puedo dejar de sentir pena por ellos. Estoy  seguro de que deben tener algún defecto en la vista".

Creemos que este no es nuestro caso, de todas formas quisiéramos hacer llegar a ustedes una imagen la cual nos resulta irrealizable determinar con certeza si pertenece a un duende, parecería llevar un puntudo gorro, típico de su estirpe, ya mencionamos anteriormente que los duendes poseen extendidas cabezas terminadas en punta y esa es estricta razón por la cual utilizan un gorro que es notoriamente alargado, de cualquier manera se trate de un  duende, gnomo u otro ser nos enorgullece poder presentar su estampa y ser recibido por tan grata figura en cada visita al magnífico árbol en el que habita.

Han visto plantar un árbol?.  Si por cantidades hemos visto en forma constante  derribar arboles, esperanzados creemos en el instante en que el ser humano advierta que así como todas las cosas los arboles algún día se acabaran y que con esta feroz cacería los acercamos a la extinción, la que pensandolo bien, no podrá ser, porque….. solo quedaran ellos.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

Abrazando duendes

Cuentos….eran los de antes, ahora tan solo el escenario de nuestra vida, aconsejamos no permanecer en espacios cerrados, sugerimos hacer contacto natural, espacios verdes, aire puro, la naturaleza de nuestro origen. Se acuerdan del Sombrerero, personaje de Alicia en el País de las maravillas?, quien festejaba los no cumpleaños, festejaba todos los días de su vida porque la vida misma es una creación tan admirable que merece ser vivida consciente y permanentemente festejada, imitemos ese gesto, comencemos hoy mismo deseándole a todos asi como les deseamos ahora a ustedes un feliz no cumpleaños y buena vida amigos!!!
Pablo y Ana Borsani

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