De camino
por el sendero, observamos disparejos
seres, muchos parecieran propiamente humanos,
otros, protagonistas de cierta ficción, se los observa ocultos, en su gran mayoría
detrás de algún tronco o follaje. Seres de allá ocultos acá, nos preguntamos qué
tan lejano será el más allá, entendemos que no existe distancia, es aquí, muy próximo,
es el espacio en el cual coexistimos los rubios, morochos, altos, gordos, flacos,
bacterias, animales, insectos, humanos, espíritus, dioses, ángeles, duendes, gnomos y tantos otros seres que resultaría
imposible puntualizar, muchos individuos visibles para el ojo humano, otros etéreos,
seres incorpóreos como el aire mismo. Si tratan de ocultarse presuponemos que
pretenden no ser vistos, si se ocultan detrás de objetos de acá es simplemente porque
acá es donde ellos están y aun sin advertir nuestro exiguo enfoque.
Solo es preciso
frenar la carrera del diario vivir, plantearse disfrutar mirando detenidamente
el paisaje, reteniendo infinidad de sensaciones
que se provocan a cada paso y..
Buena
vida!!!
Pablo y Ana
Borsani