Todas las almas.

Hacen al existir los aciertos y los errores, ¿quién podría afirmar que es lo correcto?, uno puede sentirse bien y sobre el camino asumiendo cierta posición, la que para un tercero resulta equivoca. Todo es acorde al punto de visión desde donde vas transitando,  miras hacia atrás y ves comprensión, miras hacia adelante y tanteas, pero siempre con tu alma a cuestas porque, todos, todos poseemos alma y momento a momento, ejercicio tras ejercicio edificamos el quiénes somos, es “el camino del alma”, un cumulo de emociones, la florescencia del espíritu.

El alma asciende a medida que asimila, siempre que se trate de camino amable, ya que se va ubicando entre iguales. Por ello la importancia del amor, podemos tropezar pero de ser con amor la caída es suave; amor vibración sanadora que te mantiene en altura y tan reconfortante es.

No podemos instar a otro ser sea un igual, si alumbrar el camino de forma conveniente, máxime cuando peldaños arriba nos encontremos.

Acaso no recordemos pero es que también  hemos pasado por situaciones encontradas, tras inclinaciones poco iluminadas , y siempre, invariablemente, en compañía de esta alma, nuestra propia y única alma para todos los momentos; alma peregrina que se nutre y atesora emociones en pos de alcanzar la divinidad, ansiado tesoro de todas las almas.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

Ven, súmate al abrazo

Cree, aférrate al amor como religión inequívoca; cree, Dios es amor y espera tu amor, descansa en el e invariablemente será luz tu camino.

La fotografía plasma un momento inmortal, se trata de  nuestro amado señor en compañía de santos y más protagonistas; tambien nosotros, todos, todos envueltos, en unión de amor verdadero. Ven, súmate al abrazo.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

El encanto que conceden los sentidos

Cuando el individuo no comprende niega, por ello llegó el momento de abrir la mente para ser positivo con tanto por conocer.

En imagen un árbol, en imagen un árbol mirando la cámara que capta su estupendo ojo similar al de cualquier ser humano, es claro que costara comprender, es un árbol y nos han dicho que los arboles no tienen ojos, pero es cuestión de ir acomodándose y saber que los arboles también miran, no es magia, es ver la realidad como se presenta, la existencia es otra cosa, es un deleite y quienes lo saben maniobran a su antojo.

Para ver hay que comenzar por entender ya que la visión es herramienta de la mente y si la lucidez niega los ojos también niegan. Abre tus sentidos, abre tu corazón, deja que quienes permanecen ocultos aprecien quien eres, dejalos entrar y llegara lo que ahora crees mágico; la intimidad de tu ser descubrirá el encanto.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

Nuestro pasado, nuestro presente

Cultura, idioma, alimento y tanto más en cada país es diferente, de proceder sus habitantes de similar familia el planeta estaría ocupado por parientes; sin embargo observamos desiguales razas, con otro idioma y patrones de cultura diverso, como si de otro origen se tratase, diríamos que cada país parece más un mundo que una división territorial. El origen de la humanidad ciertamente ha de ser otro, nos lo han explicado mal o han decidido no hacerlo y es así que hoy nos encontramos en este tropiezo permanente.

Dios desde siempre ha impulsado la unión y comprensión, sin afectar color, raza o procedencia, es momento de comprender que todos somos hermanos, animales, vegetales y tanto más merece respeto, el todo reúne, la nada disuelve;
que no se trata de un bendito planeta, se trata de un vasto universo sin más propietario que la naturaleza misma, somos familia sin importar el de aquí o el de allá; abrámonos al amor, emoción tan conveniente para la buena vida que de antemano vislumbramos al tiempo de disponer coronar la carne.

En referencia a la imagen y con suma modestia comentaremos que a nuestra solicitud posaron para la fotografía, ocurrió esta misma tarde, y aquí los presentamos tal como a ellos les fue prometido. Se trata de vida, individuos amigables que del mismo modo están y ambicionan un planeta más razonable aunque usted no lo crea.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani