Una Liliput en el mundo real

Recorriendo noticias de actualidad, tropezamos con esta que nos pareció interesante compartir, su titulo “Una Liliput en el mundo real”, descubren una ciudad antigua de enanos en Irán, los mismos llegaban a medir veinticinco centímetros y se cree tomo impulso en el año 6.000 antes de Cristo.

y que se desarrolló en el año 6.000 antes de Cristo.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/cultura/view/129448-iran-ciudad-enanos-viajes-gulliver

 

Texto completo: http://actualidad.rt.com/cultura/view/129448-iran-ciudad-enanos-viajes-gulliver

Nosotros encontramos a estos antiguos habitantes similares a tantos que hemos fotografiado desde tiempo atrás, imaginamos sobre la posibilidad que sean aquellos que documenta la nota, y que hayan habitado diferentes zonas del planeta, pequeños seres que  tras haber superado un nivel, ahora se desenvuelvan en otro.

Llegara el día en que ensamblando todas las piezas tendremos la llave de la comprensión, tan necesaria para entender la magnitud de nuestro accionar.

Buena vida a todos
Pablo y Ana Borsani

Más de un millón de amigos

Improbable contarlos, los hay por doquier.  Sea cual fuere la fisonomía del ser que se nos presente su alma es generosa, solo el desconocimiento y la ignorancia se ha encargado de descalificar por cientos y cientos de años a tan admirables existencias. Factiblemente habitan más allá del espacio y tiempo, tierra lejana para penetrar en ella, pero no tanto como para impedir que sus naturales  participen en forma incesante en nuestras acciones diarias.
En la fotografía que ilustra esta nota pueden apreciar innumerables existencias de desiguales formas pero de almas afines, sin líneas demarcadoras de raza, color o representación, todos son uno y así de la misma manera somos y nos descubriremos acogidos nosotros los humanos. Quien no distingue de manera visual,  al menos debe intentar  sentir, desgranando las sensaciones una a una encontrara nuevas y ciertamente maravillosas.
Es nuestro deseo que disfruten una increíble vida.
Pablo y Ana Borsani

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Un millón de amigos

Yo quiero amor siempre en esta vida,
sentir calor de una mano amiga,
quiero a mi hermano sonrisa al viento,
verlo llorar pero de contento. 

Fragmentos extraídos del popular Tema del cantante Roberto Carlos “un millón de amigos”, que mas agregar a no ser la presente fotografía.
Buena vida amigos

Pablo y Ana Borsani

Cámara intrusa

Con la llegada del frio encontramos diferentes maneras de calefacción económica para la vivienda, entre ellas recoger ramas y cortezas que ha derribado el viento dentro del bosque.

En la fotografía apreciaremos la otra realidad que esta pareja cosechera desconoce, conjuntamente con la leña tomaron posición en la bolsa diversos seres que escoltaran a este dúo hasta los límites del bosque, algo así como curiosidad y a su vez desconocimiento del resultado final de lo recolectado, por un momento pensamos en advertir a los recolectores de la carga extra, pero claro está, como exponerlo.

Decir naturaleza es equivalente a decir vida,  en todas sus formas, espacios e idiomas.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Que vale la pena estar vivo

No es preciso especular demasiado  para afirmar que la tierra, el planeta todo es un ser vivo, o en su defecto se encuentra compuesto por infinita cantidad de existencias que contribuyen a que sea tal cual lo vemos,  pareciera paisaje de fabula el que presentamos hoy, dicho aspecto nos lleva a teorizar sobre los movimientos telúricos, terremotos y otras anomalías que tienen atormentados a millones de habitantes de este paraíso que llamamos planeta tierra y al que tanto desatendemos en forma invariable, recuerdo cuando de niño entendía que el mundo era como un gigantesco animal que al sacudirse debido a la picazón impuesta por sus conquistadores humanos, causaba movimientos y catástrofes.
Solo basta apreciar la fotografía para darnos cuenta que cada quien desde su espacio, sea cual fuere debe tomar este tema con seriedad e involucrar  a mas y mas individuos como si de una cruzada se tratare a fin de que algún día, época que deseamos fervientemente no esté muy lejana, el hombre integre y no como hasta hoy desintegre la creación maravillosa que nos vio nacer. El planeta y todo su contenido forma parte indivisa de lo que en conjunto llamamos vida, en relación nos llega a la mente la célebre frase  “Pucha que vale la pena estar vivo” creemos que todos opinamos semejante, a no pasar por este rumbo de manera indiferente, dejemos huella, pero de buena suela.
La fotografía que acompaña esta nota para unos cuantos será un reto ya que no tiene retoque alguno, es tal y como fue capturada, se trata de una porción de montaña e indudablemente hará que muchos ejerciten el mirar, recomendamos observar detenidamente.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

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De vidas, piedras y moradas

Rostros afines como cincelados en la piedra, variadas estampas de desiguales formas, elección propia de seres que en su etapa presente y velada, reposan silenciosamente en los muros de la vivienda.

Alcanzamos apreciarlos en forma clara debido a que se manifestaron absolutamente complacidos de que notáramos su presencia, en la primer fotografía vemos lo que “imaginamos una lagrima” un brillo que se desprende del ojo, lado derecho de su pantalla, reflejo que no se apreciaba hasta que toco la hora de la despedida.

Más y más vida se desarrolla por doquier en este maravilloso planeta, desde tiempo atrás apreciamos que todas las formas son posibles, incluida la nuestra que de igual manera nos asombra y traspone fronteras.

Buenas vidas amigos lectores

Pablo y Ana Borsani

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Espíritu sano y puro

En la fotografía advertiremos un espíritu de color rojizo y rostro gentil en pleno vuelo, la pregunta que muchos nos hacemos es si su color da cuenta de su condición, un no rotundo como respuesta, ciertamente el color lo adquieren por la luminosidad del ambiente y su pureza, aquellos que deducen que al final de esta vida corpórea pasaran a ser espíritus necesitan entender que dé haya venimos, lo primero que acontece no es la vida carnal sino la vida espiritual y este,  no es más que otro paso que debemos dar, al extinguirse nuestro cuerpo carnal retornamos a nuestra anterior forma pero con el agregado para muchos del conocimiento, hay quienes al pasar de un terreno al otro añoran y muestran su forma pasada, son los comúnmente confundidos con los famosos fantasmas. Quien como en el caso de la fotografía ronda tal como es, no puede más que ser un espíritu sano y puro ya sea por haber asumido su condición o por encontrarse anónimo a su futuro.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani 

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El patrón del álamo

Habitante de esta tierra, oculto a las miradas se cobija entre el ramaje del veterano álamo, con apariencia de hombre de campo, hasta podríamos afirmar que sobre su cabeza luce una boina, gorra muy difundida entre esa laya de hombres. Como siempre el mas allá ajusta con el acá, y determinados protagonistas  son tanto de acá como de allá.

Buenas vidas

Pablo y Ana Borsani

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Entre dos mundos

Luego de unas merecidas vacaciones, retornamos,  descanso en el cual ambicionábamos incluir todo lo cotidiano, conseguir un descanso de cuerpo y mente hubiera sido lo correcto para regresar renovados a emprender un nuevo año de trabajo.

Lugar elegido, la montaña, altas cumbres, ríos, montes naturales de espinillos y claro está, nuestros infaltables amigos en esta exuberancia natural nos expresaron “piedra libre”, y así tal como expusiéramos en cantidad de oportunidades, en el planeta todo encontramos seres del más allá que, a decir verdad no esta tan allá, más bien correspondería llamar “más acá” ya que, tan cercanos a nosotros despliegan sus actividades.

Diríamos en lo que nos concierne, entrando en la zona espiritual que vivir tal como nosotros vivimos es una obligación para llegar más allá, ciertamente no hay mejor obra que la que se sabe hacer, no podríamos conocer los sentimientos sin haberlos sentido, el mismo creador fue hombre para sentir y saber que se siente, como conocer el dolor sino duele, como conocer el amor sino se ha amado, como conocer la piedad sino se ha pecado.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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