Pequeños habitantes del planeta tierra

Cuando escuchamos decir que el ser humano destruye el ecosistema, sabemos que es una realidad a la que no se le quiere encontrar remedio, cuando alguien dice que el planeta alberga biodiversidad también sabemos que lo exponen sin sospechar cual es el real escenario, entendemos aquello que podemos observar, sin embargo oculto a la visión hay otro mundo donde está todo por descubrir y que soporta los designios humanos puesto que está inmerso en el mismo que habitamos.

Parecería que fuimos conversos por alguna cofradía o culto extraño, pero en realidad solo somos observadores que captamos aquellos espacios a los que otros no llegan, y sí, esas observaciones son las que nos convierten en seres que con ansiedad desmedida implora el cuidado del ecosistema.

Iniciemos nosotros el movimiento, sin demora,  en los espacios yermos plantemos vegetales, inspiremos a los más pequeños sobre la importancia de lo natural, aleccionemos que no somos más que eso, naturaleza sobre todas las cosas, seres hermanos del todo, un indivisible todo que está resistiendo a duras penas el embate de una raza que se describe a sí misma inteligente, pero que aún no ha descubierto que todo a paso lento y seguro se está convirtiendo en nada.

La imagen nos muestra una raza de seres similares a humanos, aunque un poco más pequeños, notamos, de gran inteligencia ya que se eternizan sin modificar el espacio al que deben su origen. Dimensiones u otra argumentación no alejan de la realidad su presencia y la de tantos otros, veneremos la gran semilla dadora de vida, amemos el planeta que hemos nombrado tierra.

El vínculo más básico que tenemos en común es que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales. -John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) Político estadounidense. -

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Ampliación de uno de los individuos retratados en la anterior imagen.

Ser humanos

Observen en las imágenes que hoy exhibimos, cuantía de “personitas”, las hay de nuestra especie, seres actualmente etéreos quienes se encuentran en tránsito y los hay ajenos, de cierta familia de origen indocumentado con fisonomía análoga a la nuestra, cuyo tamaño es notablemente inferior.

Nosotros, los seres humanos causamos deterioro muchas veces sin saber de qué se trata, es por tal motivo que recomendamos apadrinar la naturaleza, en nuestro jardín, en calles o bosques, en todo espacio verde, protegeremos a las especies vegetales, como así también a infinidad de reinos los que alejados de nuestro enfoque desarrollan sus actividades en el verdor.

Pongamos en práctica el “ser humanos”,  contamos con razonamiento, si lo unimos a la reflexión,  seguramente obtendremos excelentes resultados. 

Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno. (Juan XXIII (1881-1963) Papa de la iglesia católica.)

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Las dos caras de la existencia

Distinguimos una pequeña persona que habita en la vegetación, para asombro del lector diremos que existen millones de iguales, individuos del tamaño de una hoja, los hay de ambos sexos tal como pequeñas replicas humanas, usualmente pasan inadvertidas a la mirada,  así sucede con un sinnúmero de seres que habitan resguardados en el espacio que nombramos más allá, zona que creyéramos lejana, aunque naturalmente solo se halla alejada la visión. Prueba de ello es comprender que el protagonista de la imagen se encuentra aferrado a un arbusto de acá, diferentes formas un único escenario.

La naturaleza, morada de sinfín de criaturas, todas de vital valor en la cadena de la existencia, desiguales especies, diversidad de cualidades. Establezcamos respeto, será algo así como comenzar a querernos.

Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender. (José Ortega y Gasset (1883-1955) Filósofo y ensayista español.).

Buena Vida

Pablo y Ana Borsani

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Fotografias de hadas y duendes

Al mejor estilo fantástico, como si de un cuento tomáramos la imagen, fantasía, imaginación, ilusión y tantos otros calificativos tienen un solo significado y este es realidad.

En la imagen un señor que desorienta, el que creeríamos pertenece a la familia de los duendes y junto a él en el sector central del lado derecho un precioso rostro perteneciente a un hada, seres que hasta un tiempo no muy lejano se pensaban inexistentes, solo personajes de ficción, ahora penetran por la lente de nuestra cámara para deleite de todos.

Lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira. (Joseph Joubert (1754-1824) Ensayista y moralista francés.)

 Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Solo una porción

Así como si, de un mago se tratara, la magia de la creación se manifiesta, seres y mas seres demuestran su amistad y esperan nuestra visita, sabemos que solamente se trata de una ínfima porción del componente intimo del planeta.
Otro fragmento permanece fuera y dentro de nosotros,  impresiones que no vemos, pero qué bien se sienten!!!

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Ensombrecimos el “Duende” a fin de que todos puedan apreciarlo.

El mundo que no miramos.

Fantástico ambiente el que permite tal diversidad de vida, vida que encontramos frente a nuestros ojos a diario y de la otra que contrariamente a lo que algunos creen, desarrolla sus movimientos muy inmediatos en nuestro propio ambiente.

Un único ambiente, distintos decorados, diversidad de actores. En la imagen dos representantes de lo anteriormente expuesto,  delegados de una realidad que en ocasiones se escapa a nuestros sentidos son presentados dentro de un círculo para facilitar su visión.

Fantástica naturaleza a la que del mismo modo pertenecemos, a disfrutar la magia de vivir y Buena vida amigos lectores.

Pablo y Ana Borsani

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Igual a un mágico cuento

Sorpresa la nuestra al descubrir diversos individuos trepando por la cuerda que desciende del morral, ya es hora avanzada, la penumbra cobra vida en el recinto de la capilla de Nuestra Señora de Itati,  lugar al que domingo tras domingo asistimos.

Debido a la media luz no se logran distinguir las formas pero,  ciertamente al tratarse de seres luminosos logramos sus siluetas,  afines a personajes componentes de un mágico cuento, ficción que relataran en nuestra infancia con regocijo nuestros mayores o, tal vez deseando mencionar una realidad difícil de narrar de otro modo.

El escenario ante sus ojos, ambicionamos disfruten de este maravilloso testimonio.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Formas de ignota constitución se lanzan por el aire,  pese a la escaza iluminación existente.

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Muestra del morral y cuerda a la que hacemos mención.