Los animales “están tan cerca de Dios como el hombre”

Durante una aparición pública en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco trató de consolar a un niño que estaba triste por la muerte de su perro, así que le dijo: “un día vamos a ver de nuevo a nuestros animales en la eternidad de Cristo. El Papa quería decir que todos los animales van al cielo, la implicación es que los animales tienen alma”, dijo.  

Así es que deberíamos empezar a pensar seriamente acerca de cómo tratarlos; en la década de 1990, el Papa Juan Pablo II proclamó que los animales tienen alma y “están tan cerca de Dios como el hombre”.

En lo personal lo podemos afirmar e ilustrar, al tiempo que corresponde confesar nuestro amor hacia ellos; además nos clasificamos como  frecuentes consumidores de leche y sus derivados y si bien su subsistencia nos enriquece, se trata de seres vivientes y tan solo por ello deben ser respetados.

Disminuyamos el consumo de carne, cuanto menos espaciemos un poco su utilización, millones de buenos animalitos quedarán eternamente agradecidos y nosotros compensados tan solo por poner en práctica aquello que alguna vez formo parte de nuestra estima, el orgullo de “ser humanos”.

Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.

(Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.)

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Cada tanto muero y aquí estoy

Letra de poemas, pergamino de la propia vida, sin importar en ese espacio el paso del  tiempo, allí esperaran las almas por una nueva ocasión. Se engendra la carne para luego recibir el alma, para ese entonces ya desprovistas de memorias regresan hacia la autentica muerte, el final de los recuerdos, umbral de un nuevo ciclo, nueva carne y acaso hasta desigual género, cada tanto muero y aquí estoy.

Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo. (Platón (427 AC-347 AC) Filósofo griego.)

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Espíritu sano y puro

En la fotografía advertiremos un espíritu de color rojizo y rostro gentil en pleno vuelo, la pregunta que muchos nos hacemos es si su color da cuenta de su condición, un no rotundo como respuesta, ciertamente el color lo adquieren por la luminosidad del ambiente y su pureza, aquellos que deducen que al final de esta vida corpórea pasaran a ser espíritus necesitan entender que dé haya venimos, lo primero que acontece no es la vida carnal sino la vida espiritual y este,  no es más que otro paso que debemos dar, al extinguirse nuestro cuerpo carnal retornamos a nuestra anterior forma pero con el agregado para muchos del conocimiento, hay quienes al pasar de un terreno al otro añoran y muestran su forma pasada, son los comúnmente confundidos con los famosos fantasmas. Quien como en el caso de la fotografía ronda tal como es, no puede más que ser un espíritu sano y puro ya sea por haber asumido su condición o por encontrarse anónimo a su futuro.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani 

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