Jesús

En entrada anterior,  la que tituláramos “Frutos de vida” mostramos la actitud de las piñas, frutos de pino que llevamos de regreso a su habitad, luego de una corta permanencia en nuestra vivienda. Pues bien, debemos confesar que no todos los frutos retornaron, en nuestra morada conservamos desde tiempo atrás cuatro amigos que ya son de la familia. Sobre uno de ellos creamos una rustica cruz realizada simplemente con palillos, los usualmente llamados escarba dientes, con el pensamiento de que se encuentren cercanos a Dios, ya que entrevemos que las piñas por si no tienen espíritu, tan solo son espíritus anónimos que se alojan en ellas. En la fotografía apreciaran sus aspectos espirituales, al tiempo un niño, sobre seguro el niño Jesús, representado arriba de la cabeza del rostro central cercano a la cruz, el cual destaca.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Confidencial

La creación con sabiduría diseño la rosa, concediendo a su tallo filosas espinas para salvaguardarla del ajeno deseo, así ocurre cuando intentamos relacionarnos con el paisaje, advertimos algo, otro poco excluyen nuestros sentidos. Nacidos y criados en este medio, motiva que todo resulte natural y sin carencias, improbable extrañar lo que nunca se comprendió, pero la realidad nos indica que la instauración doto de confidencialidad a innegables creaciones, confidencialidad por razón que ignoramos y de la que ciertamente sospechamos.

En la imagen, distinguimos variedad de seres “confidenciales”, se armonizan en proximidad llenándonos de encanto, ese placer que se siente al estar entre amigos. Como siempre, la cruz, señal y guía del camino correcto.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Frutos de vida

Todo lo que nace, crece y muere, posee la magia de la vida,  seres que por su fisiología, enteramente desigual a la que relacionamos con la existencia, se filtran inadvertidos.
En la fotografía, habituales piñas de árbol, frutos de pino que por un corto lapso de tiempo hospedáramos en nuestra vivienda. La imagen fue obtenida en momentos en que se reencontraron con su habitad, su tierra natal,  a la vista esta lo que difícilmente supiéramos explicar.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

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Eternamente

Érase una gota de agua ya vieja y muy cansada, fracción de enormes mares, de brillantes lagos, de igual forma, de arroyos y hasta de  indecentes charcos, partícula que habiendo llegado al final de su existencia y ya convertida en sutil fluido, comienza a elevarse en respuesta a la llamada del sol, todopoderoso que la transporta serenamente al cielo,  allí ligada a otras gotas, constituyen sorprendentes nubes que viajan en compañía del aire fresco, una vez más el ciclo de la vida,  ciclo de vida de las gotas de agua.

Dicho esta que nada desaparece, todo se transforma, al igual que las gotas de agua, todos los seres se benefician de un curso semejante, de esa manera resiste la vida, nunca envejece, eternamente se renueva en todas sus formas y rincones de la tierra, inmortalmente en segura evolución.-

Buena vida

Pablo y Ana Borsani          

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El principio de una nueva vida.

Efectivamente, las imágenes que exponemos casi a diario pertenecen a ese otro mundo, espacio que nombramos como “más allá”, comarca que se encuentra un poquitín corrida de frecuencia, claro, a la nuestra nos referimos, a la que sintonizamos diariamente y hasta el final de este perfil,  así como cuando buscamos una emisora radial, llegamos a ella dejando fuera cantidad de transmisiones que pueblan el aire, así es este mas allá e incontables más que habrán de coexistir, solo es preciso conseguir hacer girar el dial, desplazamiento que contemplado desde el mas allá pareciera algo natural, practicable, simple de realizar. Mas allá seres que pasean por las distintas frecuencias a gusto, posibilidad que nosotros desde este presente espacio, nos toca ganar y así recién, solo en ese entonces, en ese momento mal llamado final, advertiremos que tan solo es el principio de una nueva vida.

En la presente imagen, cantidad de seres aguardan ser descubiertos por el ojo diestro, sobre la espalda de la protagonista, Ana, una cruz a modo de faro, sagrado indicador del camino correcto.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Un jugoso corazón

Retratos del ayer, dispuestos sutilmente en el aire del presente, vida de desigual conformación, existencias que  conservan como preciado tesoro la imagen del tiempo pasado.

Tomaríamos unas oraciones de aquella antigua canción que expresaba, “la pinta es lo de menos, vos sos un gordo bueno”. La cascara no tiene gran importancia pero si, es fundamental un jugoso corazón.

Buena vida amigos.

Pablo y Ana Borsani  

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El derecho y el revés

Así como mencionamos el bien, es justo señalar que también aplica el mal, aunque no todo lo que creemos malvado lo es, en ciertas ocasiones consideramos la posibilidad, aunque vemos que se trata tan solo del envión que nos lleva a logros superiores, por eso recomendamos mucho tacto al tratar este punto. Convengamos que de ser todo perfecto seria tedioso vivir.  En la fotografía que acompaña esta nota observaran a Ana alejándose del bosque con pesada carga, si miramos en la imagen y ya dentro de la bolsa notamos a una personita que se muestra muy irritada, este viajero tomo posición entre los restos de elementos inflamables, que intenta Ana alejar del sector,  cacharros que algún “descuidado” utilizo con el fin de encender lo que seguramente ha maliciado para sí,  la gran fogata.

Como es tradicional, el bien se impone, aunque no sería descabellado recapacitar y proporcionarle una ayudita,  asistencia que por pequeña que fuere acrecentara las posibilidades de llegar a conocer ese mundo mejor, del que tanto hemos escuchado hablar.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Enfoques del ayer

Por un momento cobran vida, distinguimos en la fotografía la figura de Ana sujetando la carita de un bebe entre sus manos, imagen con esencia de un lejano pasado, así como por sutil encanto, a modo de ligero retorno a un tiempo ya distante, se reeditan pasadas emociones, etapa en que su retoño comenzaba a curiosear la vida, treinta y tantos años han quedado atrás desde este magnífico suceso que hoy ya transformado en sublime recuerdo, por razón de la gracia divina rejuvenece.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Naturaleza, claramente la raíz de la vida

Hoy exhibimos una lluvia de fotografías, imágenes que exteriorizan innegables secretos hasta ahora celosamente guardados, tan solo una razón más en favor de estos antiguos amigos del hombre, los arboles, conocimiento que nos exige quererlos y admirarlos, si ligados a cantidad de otros seres, por alguna incierta razón en alguna parte del camino, elegimos la naturaleza como habitad para continuidad de la existencia, como arremeter contra ella en este presente. 

Naturaleza, claramente la raíz de la vida.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Emociones positivas.

Cariño de todas partes, válido instrumento acá, allá y porque no… un poco más allá, amor, cariño, comprensión, amistad y una suma de sentimientos,  elementos de la vida misma.

 Aquí nos preguntamos si serán nuestros sentidos los que ejercitan tales impresiones o quizás componentes que flotan en proximidad, algo así como se siente el frio, si bien existe no se ve pero, se registra, penetra, así indistintamente como las emociones bien llamadas positivas.

En la imagen Ana acaricia los pómulos de un ser que reposa sobre el tronco del longevo árbol, notamos actitud de sorpresa en el rostro del amigo, seguramente ni el mismo sospechaba del desmedido poder del cariño, potencia que en este caso lo lleva desde acá, un poco más allá.

Debajo del personaje, otros tantos se agolpan en presencia de lo que resulta para nosotros un faro, así como indicador del navegante,  enseñando con su potente luz el buen camino, una cruz a nuestro paso nos muestra el pasaje correcto.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Encuentro entre “dos mundos”

En repetidas oportunidades nos referimos al más allá como un territorio muy cercano, tan pero tan cercano que lo único notable y de innegable diferencia con nuestro espacio es la complexión de sus habitantes. Observamos en la siguiente imagen el encuentro de Ana y un ser cuyo nombre ignoramos,  clara combinación de sentimientos, efectos que dejan intensas huellas en ambas culturas,  para nosotros algo así como el tan ansiado y eventual encuentro entre “dos mundos”.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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