domingo, 23 de noviembre de 2014

Jesús

En entrada anterior,  la que tituláramos “Frutos de vida” mostramos la actitud de las piñas, frutos de pino que llevamos de regreso a su habitad, luego de una corta permanencia en nuestra vivienda. Pues bien, debemos confesar que no todos los frutos retornaron, en nuestra morada conservamos desde tiempo atrás cuatro amigos que ya son de la familia. Sobre uno de ellos creamos una rustica cruz realizada simplemente con palillos, los usualmente llamados escarba dientes, con el pensamiento de que se encuentren cercanos a Dios, ya que entrevemos que las piñas por si no tienen espíritu, tan solo son espíritus anónimos que se alojan en ellas. En la fotografía apreciaran sus aspectos espirituales, al tiempo un niño, sobre seguro el niño Jesús, representado arriba de la cabeza del rostro central cercano a la cruz, el cual destaca.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

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