Entre el cielo y la tierra

Desde las alturas, como modelados en la cúspide del eucalipto, quienes fueran antaño nombrados mortales, actualmente fijan la vista hacia el horizonte. Panorama compartido, miradas y matices desiguales en un planeta absoluto.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Quiera Dios y el hombre

Sus alegres rostros denotan simpatía y amor, rostros que  seguramente corresponden a existencias divinas, aquellas a las que nos referimos con la mirada en alto, allí en el  glorioso cielo.

Paraíso, territorio que se extiende hasta el último rincón de la tierra,  espacio contenedor de vida en las más variadas formas, zona maltratada e incomprendida, imaginamos tanto así como la imagen que acompaña esta nota, la que muchos no entienden, como tampoco entienden que lo que importa realmente es el habitad, este paradisiaco planeta, la casa grande, en donde nos cobijamos todos,  habiendo para todos y cada uno lo necesario para la persistencia.

Si por acá el hombre ha pasado, Que no se noten sus huellas, evitemos ser verdugos de nuestro propio renacer, nosotros nos encontraremos luego, ya sin memorias pero quiera Dios y el hombre, detrás de una enorme sonrisa.

Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma. - Julio Cortázar (1914-1984) Escritor argentino.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Cielo y tierra

Por un instante sintiéramos mezclarse la fantasía en nuestro enfoque, aguzando los sentidos descubrimos, la tierra y el cielo, ambos unidos por callejas inadvertidas, en este caso uno de tantos árboles desarrollado entre dos reinos, opulento así en la tierra como en el cielo.

Se extingue el fluido para volver a manera de agua clara. (Propio)

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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El cielo existe

No es de estilo situar en nuestro espacio notas de terceros,  en este caso crearemos una excepción, se trata de la entrevista  que realizaran al doctor Eben Alexander, Profesor de Neurocirugía de Harvard,  quien luego de un coma profundo  despertó trayendo consigo  relatos de una experiencia que le cambió completamente la visión científica que tenía respecto a la conciencia humana.

Recordaran que en notas anteriores presentamos mariposas con rostro humano  , mariposas a las que hace mención Eben Alexander.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

Desde el reino de los cielos

Cantidad de personas agrupadas en proximidad del radiante ser,  figura de apariencia papal, la que en su mano blande una batuta refulgente. Más arriba, en lo alto, figuras angelicales danzan fortaleciendo el paradisiaco espectáculo.

Intenso momento, magnífica obra celestial la que nos han regalado, creímos justo no entorpecer, por ello decidimos dejar paso a la semana para retornar el próximo domingo, la idea no nos abandonaba, era puntual volver al sector para colectar más información y de ser posible conocer al celestial individuo.

Próximos al terreno que había  oficiado de escenario,  solicité el favor de estar frente a  la eminente presencia que días pasados había conducido la reunión, menuda sorpresa la nuestra, de lo alto del árbol asomo un ser radiante, el que escucho detenidamente mi discurso. Solicite su aprobación para presenciar un nuevo evento,  si bien desconocía de qué se trata, sencillamente la idea me llenaba el alma.

Aunque la respuesta al momento no llego, mantenemos la esperanza y continuaremos siendo aplicados visitantes del lugar.

Sin duda nuestro enfoque  penetra en el célebre Paraíso, cuya sucursal existe aquí en la tierra, humanos, actuemos con prudencia, preservemos el habitad, nos llegara el agradecimiento desde el reino de los cielos.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Violines del paraíso

Admirable no les parece, con el transcurso del tiempo les hemos presentado infinidad de seres en cantidad de espacios desiguales, ahora le llego su tiempo al glorioso cielo, continente de almas y seres celestiales, meta de muchos, termino de tan solo unos pocos.
En la fotografía observamos a un presunto clérigo de la orden misionera, su vestimenta lo evidencia,  de ser que allá en el paraíso utilicen los mismos atuendos que acá.
Lo vemos elevado en posición de estar sobrevolando, ayudado por sendos seres imprecisos, que a decir verdad se ven semejantes a caballos alados que soportando al clérigo por medio de cuerdas o trozos de su vestimenta lo elevan a la vez que el hombre santo recorre el cielo emitiendo notas musicales con su violín.
Que mas comentar, seguro que siempre pensaron en conocer el paraíso, pero no ciertamente en estos momentos eso es claro, agradezcamos en conjunto el permiso que nos otorgan a nosotros para oficiar de puente hacia ustedes que en definitiva son los receptores de tal prodigio y excelso conocimiento.
Buena y eterna vida, amigos lectores!!!
Pablo y Ana Borsani

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