El escenario de hoy, nuestra vivienda,
advertimos un rostro de hombre adulto, visible la tez curtida, de bigotes y
pelo nevado, claramente uno más de todos nosotros, de allí venimos y hacia allá
volvemos, lo que bautizamos el circulo de la vida.
Debemos aclarar que de un fantasma no
se trata ya que tan solo el rostro se manifiesta, semblante visible a manera de
título de pertenencia de aquel que fuera su cuerpo ahora desalojado.
Su presencia anuncia un “aquí estoy”
para aquellos que supieren conocerlo, sabemos que su esfuerzo no terminara ahí,
prontamente rematara la obra haciendo que su mensaje repercuta en el destinatario
amigo.
A veces
nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas
ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así
será. - Goethe
(1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani