Alejados por unos momentos del bosque en lo concerniente a fotografías, traemos a ustedes imágenes obtenidas en la mesa familiar. Valiéndose de elementos diversos entre el desorden momentáneo, se localizan sigilosas figuras que se suman a la tertulia.
Rostros poco
más o menos familiares y otros que no lo son tanto comparten la mesa en el mas
sordo silencio, esa mudez que dice más que mil palabras, el silencio que se
siente flotar en el aire estimulando un ambiente de paz excepcional.
Nuestra
mesa o en la mesa de cada uno de ustedes, regularmente acuerden elevar la copa,
no obstante solo presida el acto el mas sordo de los silencios.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani