Ver lo que otros no ven, Pareidolia

Dicen que es el fenómeno de ver caras o figuras donde no las hay. Nosotros decimos que es el prodigio de ver caras o figuras donde otros no las ven.

Dicen que el fenómeno de la pareidolia está continuamente siendo estudiado por psicólogos y expertos que tratan de averiguar por qué nuestro cerebro detecta esos objetos, rostros o figuras donde tan solo hay una sombra, una mancha de grasa o una nube y donde en realidad no hay nada.

Decimos que la mejor manera de comprender es investigar, esto sin anular al sujeto que bien puede estar distinguiendo aquello que nadie más nota, importante razonar, comprender que no es discapacidad sino capacidad diferente, percibir que no todos somos iguales, ilustrándonos los unos a los otros, porque si algo es real, es esta existencia cuya intimidad no hemos descubierto por falta de reconocimiento y tabúes, persistiendo otra porción en lo profundo de la naturaleza, muy aislada de nuestro develamiento.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Zona de encuentro

La ciencia explora en busca de vida, ejemplo, la que pudiere surgir en ajenos planetas; para ello inicialmente investigan el terreno en pos de elementos biogénicos, químicos presentes en los seres vivos e indispensables para la vida tal como la conocemos. En ese punto nos preguntamos, ¿no creen probable la vida en nuevas formas? Nosotros afirmamos que si es posible.

Para muestra, basta un amigo, el que calificaran figura realizada por un hábil artesano, sin embargo no se trata de tronco alguno, si de un ser vivo de naturaleza  etérea que utiliza la madera como zona de encuentro, instalado en ella se muestra sólido, condición que nos permite descubrirlo y al tiempo exhibirlo. Un ser que pareciera no pertenecer a otra dimensión, acaso mucho más cercano, tan próximo que nos permite situarnos a su lado y mantener diálogo, claro está, mediante voces del alma,  lo bien que nos adivinamos.

Ningún descubrimiento se haría ya si nos contentásemos con lo que sabemos. (Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.)

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Sol, energía para la vida, II parte

En lo que respecta al ser humano podemos referir que sucede de igual forma, requerimos de la energía de la atmosfera para nuestras funciones, aunque hemos leído al pasar por alguna página “científica” que - Las neuronas transfieren información entre ellas mediante impulsos eléctricos. Pero… ¿de dónde viene esa electricidad que usan las neuronas? Pues nuestro cuerpo convierte la energía química de los alimentos en energía eléctrica.- A lo que nosotros indicamos que es errónea tal apreciación, el cuerpo humano toma del ambiente, llámese naturaleza, la energía para las funciones vitales.
Cada latido de corazón esta acompasado por un impulso eléctrico, es conocido que emisiones altas de energía solar traen como consecuencia ciertos malestares debido a exceso de carga en nuestra fuente, pero nada de cuidado. Además del sol debemos citar el viento y la rotación del  núcleo de la tierra que produce un campo magnético de proporciones.
Como apreciaran estamos inmersos en un ambiente eléctricamente cargado que permite el desarrollo de toda forma de vida, al que no hay que temer, en el orden natural de las cosas está perfectamente ideado, solo corre riesgo nuestra forma de vida tecno dependiente.
En pocas líneas tenemos la respuesta del millón, ya conocemos cómo funcionan los seres vivos?, y sabemos que es imprescindible el sol no tan solo para calentar el planeta, hay valor agregado.
Lo más significativo para que todo esto suceda en su más pura perfección es la intervención del Creador, sin el nada sería posible.

Todo lo expresado en esta nota, corresponde a nuestra autoría, tal como es tradición.

Buena y larga vida
Pablo y Ana Borsani

El no tan lejano "otro lado"

Consideramos tan lejano el “otro lado” pero tan cerca esta que se nos presenta a cada instante, solo debemos prestar atención si queremos  ver existencias como las que presentamos hoy, primero percibir después comprender para luego distinguir.

Existencias que se compondrán con la propia en el momento oportuno, viaje que,  previo visitar  diversas estaciones,  alguien dispondrá  nuestro puesto,  suponemos que el retorno está reservado solo para aquellos que se han llevado materias,  pero,  seguramente no será el final.

Otro lado, nutrido de lo que nosotros despreciamos. 

Amemos lo natural, por ellos, por nosotros, por todos los seres que habitan este maravilloso planeta llamado tierra.

Buena vida es nuestro deseo, pongan empeño vale la pena vivirla.

Pablo y Ana Borsani

Jesucristo nos ilumina.

En el día de ayer han visto retratados dos soles, ese es el tema que hoy nos ocupa, nos preguntamos qué o quién será ese segundo sol?, reflejo dirían algunos entendidos en fotografía, merecidamente ese tipo de respuestas nos hace  estar invariablemente un paso más allá de la contestación tradicional, investigamos con seriedad como es costumbre, descubriendo a  un protagonista del diario vivir, actor que nombramos muy a menudo pero que algunos no están muy convencidos de su presencia, este grandioso de la vida diaria no es ni más ni menos que el tan célebre Jesucristo, si, si tienen como siempre digo ojo despierto podre mostrarles a continuación como identificarlo, es un ser  tan visible como si del sol se tratara, un ser de luz colosal.

La luz que observaban  en la fotografía  anterior provenía de este crucifijo.

Ahora ya tenemos una idea para identificarlo, aunque indudablemente como es el rey existirán variadas formas de presentación. Continuando y a esta hora sospechando lo que en realidad era el segundo sol plasmado en la fotografía de la entrada anterior, presten atención al recuadro donde insertamos el mencionado segundo sol tratado para descubrir que encierra, dejo a sus ojos el resultado final, me parece que este actor y su socio en la fotografia no necesita de presentadores.

Para verla en tamaño gigante oprima aqui  

https://dl.dropboxusercontent.com/u/42126084/dosolesWW.jpg

Buena vida a todos, lo deseamos desde el alma.

Pablo y Ana Borsani