En lo que
respecta al ser humano podemos referir que sucede de igual forma, requerimos de
la energía de la atmosfera para nuestras funciones, aunque hemos leído al pasar
por alguna página “científica” que - Las neuronas transfieren información entre ellas mediante impulsos
eléctricos. Pero… ¿de dónde viene esa electricidad que usan las neuronas? Pues
nuestro cuerpo convierte la energía química de los alimentos en energía
eléctrica.-
A lo que nosotros indicamos que es errónea tal apreciación, el cuerpo humano
toma del ambiente, llámese naturaleza, la energía para las funciones vitales.
Cada latido de corazón esta
acompasado por un impulso eléctrico, es conocido que emisiones altas de energía
solar traen como consecuencia ciertos malestares debido a exceso de carga en
nuestra fuente, pero nada de cuidado. Además del sol debemos citar el viento y la rotación del núcleo de la tierra que produce un campo magnético de proporciones.
Como apreciaran estamos inmersos
en un ambiente eléctricamente cargado que permite el desarrollo de toda forma
de vida, al que no hay que temer, en el orden natural de las cosas está
perfectamente ideado, solo corre riesgo nuestra forma de vida tecno dependiente.
En pocas líneas tenemos la
respuesta del millón, ya conocemos cómo funcionan los seres vivos?, y sabemos
que es imprescindible el sol no tan solo para calentar el planeta, hay valor
agregado.
Lo más significativo para que todo esto suceda en su más pura perfección
es la intervención del Creador, sin el nada sería posible.
Todo lo expresado en esta nota, corresponde a nuestra autoría, tal como es tradición.
Buena y larga vida
Pablo y Ana Borsani