Dos y por testigo el viento

La fotografía nos permite apreciar a un ángel junto a mi pecho, es el poderío del vínculo quien lo demora, siente el deseo de detener el tiempo sabiendo este su lugar.

Luna, amada hija perruna del corazón, llevas memorias, afecto e inolvidables recuerdos, amor el tuyo como pocos humanos conocemos.

Mi rostro no parece ser, diríamos que el perfil que se distingue corresponde a otra figura, esa que sólo puede observarse desde la vereda opuesta; dos y por testigo el viento.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Amada mujer y madre

Afectos que conceptuamos perdidos permanecen, circulan en proximidad cierto periodo previo al próximo movimiento, mientras dure la pausa escoltan a sus simpatías, no concibamos descuidadamente a la muerte, ella solo conmueve a la carne

Imaginamos lejanos los amores que han partido, si  bien permanecen próximos hasta la venida del ulterior movimiento. 

Durante la pausa el contacto es posible, solo es imperioso ser receptivos.

La luminosa imagen que encierra el círculo pertenece a una amada mujer, Isabel, quien tiempo atrás principio la marcha, pese a ello y ajustada a su gran amor se eterniza cercana a su fruto, de nuevo expresamos que no se trata de un  final, el camino es de ida y vuelta.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani  

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En una de las tantas veredas de nuestra ciudad.

Larga espera en la mañana, a modo de distracción decidí tomar algunas imágenes desde el interior de nuestro vehículo, en este caso y a falta de la máquina fotográfica habitual utilice el teléfono celular que también posee tomavistas, la prestación es similar a una cámara fotográfica pero la calidad no se puede comparar con la obtenida mediante un dispositivo que ha sido diseñado exclusivamente para tal fin, de igual manera atrapó su lente a una personita de sexo femenino quien se encontraba en compañía de un niño, existencias, las cuales se nos dificulta clasificar, potencialmente espíritus humanos,  imagen que demuestra nuevamente que no hay lugar especial para el encuentro, en este caso fue en una de las tantas veredas de nuestra ciudad.
Nos localizábamos estacionados frente a un jardín, el mismo no era el objetivo de nuestra toma pero de cualquier manera, pequeña sorpresa al visualizar la imagen de esta señora quien temiendo ser descubierta intentaba permanecer alejada de las miradas, protegida por la cercana pared.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

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Imágenes de las señoras flores

Preciosa mariposa, esta bella alada pareciera ser el tema central de la fotografía, pero desandemos el camino recorrido, se acuerdan de algún libro de época infantil?, era frecuente ver ilustraciones de bellas flores, particularmente de la variedad nombrada margarita, a la que  mostraban con hermoso rostro, poco más o menos humanizado.

En nuestra fotografía la preciosa mariposa la captamos paladeando una flor, por debajo vemos seres más sutiles que asoman de separados brotes, como aquellas ilustraciones a las que hacíamos mención, mágicas y coquetas flores con rostro.

Escríbase, expresó un ser de enérgica voz, anuncia que existe un territorio apartado,  un lugar al que han nombrado  Paraíso,  cuéntales sobre este terreno de asombrosas maravillas, vivirán alentados imaginando el lugar ideal,  bienaventurados quienes intuyan que en el habitan.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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De niños y tortas

Observamos en la fotografía una multitud reunida con motivo de la conmemoración del 79 aniversario de nuestra ciudad, Multitud de acá y como invariablemente ocurre los hay de más allá. Se convidaba a los presentes porciones de una torta enorme, advirtiendo que el sutil personaje aparenta ser un niño, sospechamos que no es casualidad su presencia, ya que si de niños y tortas se trata, maravillosa es la relación.

Buena vida

Pablo y Ana

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