Afectos que conceptuamos
perdidos permanecen, circulan en proximidad cierto periodo previo al próximo movimiento,
mientras dure la pausa escoltan a sus simpatías, no concibamos descuidadamente a
la muerte, ella solo conmueve a la carne
Imaginamos
lejanos los amores que han partido, si
bien permanecen próximos hasta la venida del ulterior movimiento.
Durante
la pausa el contacto es posible, solo es imperioso ser receptivos.
La luminosa imagen que
encierra el círculo pertenece a una amada mujer, Isabel, quien tiempo atrás principio
la marcha, pese a ello y ajustada a su gran amor se eterniza cercana a su fruto,
de nuevo expresamos que no se trata de un final, el camino es de ida y vuelta.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani