lunes, 5 de diciembre de 2016

Hebras de sol, ciclo de vida

Desconocemos qué fue lo que paso pero un día dio comienzo. Ellos y nosotros, nosotros y ellos, un poco más acá o un poco más allá, lo cierto es que hoy sería insostenible permanecer apartados.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani 


De hadas y moscas

Tantas veces intentamos acomodar los pensamientos, sin embargo existen momentos en los que no encajan. En este preciso instante estoy lidiando con uno de ellos, es que me he topado con una mosca, lo que se creería algo muy común ha dejado de serlo a partir de la imagen que he tomado de ella, observen su rostro, nos habla de que en la distribución de rostros poco más o menos todos eran similares, claro esto visto desde nuestra esquina, ese rincón notoriamente separado de lo que entendemos por realidad, una programación estrictamente igual para todos o casi todos puesto que por lo visto nosotros hemos estado ausentes.
Una mosca con rostro desigual al conocido, una mosca que nos lleva a pensar en todo caso en las  hadas, porque de ser hadas y no moscas yacerían derribadas por dondequiera, si bien no debería suceder ni con una ni con otra a partir de esta maravillosa imagen. Fotografía que sustenta aquello de que “todos somos iguales ante los ojos del señor”, solo es preciso ver con su lente para quedar maravillados.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani



domingo, 4 de diciembre de 2016

Energías en la piedra

Sabemos que los espíritus no solo se encuentran en el aire, también podemos buscarlos en elementos solidos o al menos de naturaleza más sólida que la que ellos conservan.
Posiblemente tal actitud se trate en algún caso de una forma de expresión, memorias de épocas ocurridas en que al tocarse se descubrían y con solo mirar se revelaban.
La imagen retrata a quien fue nuestro compañero por el tiempo de permanencia en el lugar, se aferra a la piedra que decora un muro interior, es posible que pretenda quedar manifiesto y próximo a sus amores, evocando un codiciado pasado.
Nada supera la realidad, la eternidad se encuentra a vuelta de hoja, echar un vistazo de ningún modo está de más.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani




sábado, 3 de diciembre de 2016

Un espíritu de gran corazón

Anteriormente observábamos a un ser parasitario en un árbol, comentamos que asimismo sucede en el humano, cantidad de dolencias son causadas por seres que hacen de nuestro organismo su morada.
Del mismo modo existen otros que sustentan la vida, como le sucedió a don Horacio Rodríguez Videla, de 42 años quien en enero se dirigió a un hospital de Corrientes donde vive porque tenía fiebre y no podía bajarla con nada. Allí le recetaron medicamentos, junto a radiografías y tomografías en las cuales no se veía nada, como un virus fantasma que no podían atrapar.
Fue entonces que a principios de este mes, luego de que los remedios limpiaran la infección, los médicos pudieron ver que había un objeto extraño clavado en el corazón, fue en ese instante en que decidieron operar. Para sorpresa de los facultativos era un escarbadientes, su vida había estado en riesgo por un objeto impensado.
Al observar la nota del diario y ver la radiografía nosotros descubrimos que si bien la mano experta de los facultativos indudablemente salvo la vida de Horacio, alguien más intervino de sostén hasta llegado el día de la intervención. La radiografía que presentan poniendo a la vista el escarbadientes clavado en su corazón a su vez nos muestra que otro experto permaneció firme e inmediato al amenazador elemento.
Dejamos el último aparte para que cada quien escriba su final.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani


Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/Increible-operaron-corazon-sacaron-escarbadientes_0_1449455260.html

Parasitaria y espiritual existencia

Para continuar ilustrando en esta oportunidad expondremos un ser espiritual que tiempo atrás optó por instalarse en la corteza del viejo eucalipto, el paso del tiempo y el desarrollo de la planta han integrado al dúo aportando al buen observador la sensación de estar ubicado frente a un árbol con rostro.
Quien se alimenta a costa de un ser vivo, cualquiera fuere su especie, subsistiendo en su interior o sobre la superficie es nombrado parasito y así es el nombre que le dimos a este tipo de seres espirituales que se aferran al lugar elegido y suelen causar daño o enfermedad al portador, Esto sucede asimismo con el ser humano, parásitos espirituales son los causantes de muchas dolencias algunas de ellas de desarrollo fatal.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani