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viernes, 25 de septiembre de 2020

La cara del arbol

 Enormes secretos atesoran los árboles, de poseer el conocimiento los integraríamos a nuestra realidad al igual que lo hacemos con otros seres vivientes.  Sucede que continuamos ciegos pese a que se descubren por dondequiera y a la vista de todos.

La imagen es otra más, una más obtenida de un gran árbol, en este caso ubicado en el centro de la ciudad, árbol y árboles que han sido mutilados en este último tiempo por el atropello del desconocimiento; por ello y a sabiendas de que la ignorancia mata es que compartimos una vez más la imagen de un árbol, sabemos que habrá quienes se atrevieran a dar explicaciones, nosotros únicamente mostramos un rostro adherido al tronco, se trata de un rostro indeterminado, un rostro semejante, el cual ahora y sin temor a equivocarnos calificaremos como la cara del árbol.

La vida es magia, descubrirse vivo es magia; por ello debemos transformar la negación en aceptación, estar dispuestos a la información, al saber, a ver que el mundo no es como nos dijeron, a darnos cuenta que hay más y que tan solo basta con ir a su encuentro, todo esto será reconsiderar incluso la muerte.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani


sábado, 3 de diciembre de 2016

Parasitaria y espiritual existencia

Para continuar ilustrando en esta oportunidad expondremos un ser espiritual que tiempo atrás optó por instalarse en la corteza del viejo eucalipto, el paso del tiempo y el desarrollo de la planta han integrado al dúo aportando al buen observador la sensación de estar ubicado frente a un árbol con rostro.
Quien se alimenta a costa de un ser vivo, cualquiera fuere su especie, subsistiendo en su interior o sobre la superficie es nombrado parasito y así es el nombre que le dimos a este tipo de seres espirituales que se aferran al lugar elegido y suelen causar daño o enfermedad al portador, Esto sucede asimismo con el ser humano, parásitos espirituales son los causantes de muchas dolencias algunas de ellas de desarrollo fatal.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani