Sorpresa la nuestra al descubrir diversos individuos trepando por la
cuerda que desciende del morral, ya es hora avanzada, la penumbra cobra
vida en el recinto de la capilla de Nuestra Señora de Itati, lugar al que
domingo tras domingo asistimos.
Debido a la media
luz no se logran distinguir las formas pero, ciertamente al tratarse de seres luminosos logramos
sus siluetas, afines a personajes
componentes de un mágico cuento, ficción que relataran en nuestra infancia con regocijo
nuestros mayores o, tal vez deseando mencionar una realidad difícil de narrar
de otro modo.
El escenario ante sus ojos, ambicionamos disfruten de este maravilloso
testimonio.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
Formas
de ignota constitución se lanzan por el aire, pese a la escaza iluminación existente.
Muestra
del morral y cuerda a la que hacemos mención.