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domingo, 10 de abril de 2016

Vivir y dejar vivir

Ocurrió en el bosque un día soleado, tras corta caminata no topamos con un maltratado tronco, solo un muñón brotaba de la tierra, parte que permitía imaginar el coloso de otra época, se trataba de un árbol cercenado por la herramienta humana cuyos restos se hallaban esparcidos por dondequiera.  Pensando en que nada justificaba tal actitud nos invadió la desesperanza, exteriorizando lamentos de cara al tronco, quien ya indolente exponía el duro castigo recibido.
Desde aquella época y hasta el momento caminamos hacia allí en cada visita, encontrando en el entorno multitud de seres que al igual que nosotros todavía no comprenden que horizonte persiguen aquellos que causaron tan brutal amputación.
A medida que vayas conociendo el sentido de la paz y armonía internas, tu comprensión crecerá y te volverás más abierto y tolerante, aprenderás a vivir y dejar vivir y ya no tendrás la impresión de que el tuyo es el único camino.* 
Buena vida
Pablo y Ana Borsani




·        Fuente: “La voz interior” de Eileen Caddy.

viernes, 26 de julio de 2013

Festival para pocos

Noticias que entristecen, En Salta, Argentina, el festival de desmontes no se detiene, ampliar aquí como es de notar, si bien expresamos que seres tales como Gnomos, duendes, hadas y otros menos populares se pueden encontrar en cualquier lugar del planeta, se acentúa su presencia en zonas que conservan intacta su naturaleza, lugares donde solo se encuentre el medio ambiente y ellos.
Al desmontar la tierra para privilegiar cualquier desigual emprendimiento, causamos estragos en los pilares que sustentan la vida, la que subsiste visible y la otra, todo se extingue, el gran dilema de quien nació primero, el huevo o la gallina tiene como respuesta que, sin causes de agua, sin vegetación, sin efectos climáticos y otros, de ningún modo hubiere habido huevo ni gallina.
Ahora que está dado el equilibrio necesario para disfrutar de un planeta habitable, echamos por tierra lo que ha llevado miles de años al creador poner en marcha, no es tan irracional aquella antigua humorada donde se graficaba un señor serruchando la rama del árbol que lo soportaba, justamente es lo que hacemos. Seres pensantes que presumimos de nuestra inteligencia, en los hechos demostramos que no es tal y será comentario de generaciones futuras si es que conseguimos prolongarnos.
Hasta muy pocas entradas atrás acostumbrábamos decir “seamos naturales” que mejor momento que este para recordar aquella bonita frase.
Buena vida amigos, que la naturaleza los acompañe.
Pablo y Ana Borsani












Seres presuntamente mágicos, de ser así, bien nos haría imitar el respeto y el amor que los identifica.