domingo, 10 de abril de 2016

Vivir y dejar vivir

Ocurrió en el bosque un día soleado, tras corta caminata no topamos con un maltratado tronco, solo un muñón brotaba de la tierra, parte que permitía imaginar el coloso de otra época, se trataba de un árbol cercenado por la herramienta humana cuyos restos se hallaban esparcidos por dondequiera.  Pensando en que nada justificaba tal actitud nos invadió la desesperanza, exteriorizando lamentos de cara al tronco, quien ya indolente exponía el duro castigo recibido.
Desde aquella época y hasta el momento caminamos hacia allí en cada visita, encontrando en el entorno multitud de seres que al igual que nosotros todavía no comprenden que horizonte persiguen aquellos que causaron tan brutal amputación.
A medida que vayas conociendo el sentido de la paz y armonía internas, tu comprensión crecerá y te volverás más abierto y tolerante, aprenderás a vivir y dejar vivir y ya no tendrás la impresión de que el tuyo es el único camino.* 
Buena vida
Pablo y Ana Borsani




·        Fuente: “La voz interior” de Eileen Caddy.

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