Pretendemos no dejar de lado a ningún
amigo durante nuestra recorrida dominguera, saludos por acá y algunos más por allá, quizás quienes nos descubran
notaran que dialogamos con amigos invisibles, posiblemente esbocen una sonrisa
oculta a nuestra mirada y partan sospechando que nos afecta algún padecimiento.
La imagen que acompaña demuestra
que el célebre refrán en este caso no aplica, correspondería indicar “ojos que
no ven, corazón que lo siente” ya que aunque a simple vista se trate de
una piña, solo resulta ser el disfraz que ha elegido este pequeño a
fin de pasar inadvertido.
El amor y la
locura son los motores que hacen andar la vida (Marguerite Yourcenar (1903-1987)
Escritora francesa.)
Buena vida
Pablo y Ana Borsani