"Polvillo" de hadas

Día a día nuestra fascinación es mayor, no solo el asombro es posesión de ustedes, fotografías como la que veran a continuación, aun hoy,  ya lejos de haber dado comienzo  la investigación que nos condujo a este hallazgo,  siguen dejandonos  con la “boca abierta “.

En este caso veremos un hada en pleno vuelo, se dirigió hacia la cámara y ciertamente he hecho clic en el momento  justo en que pasaba frente a  la lente.

No renuncien a relatar cuentos, que si bien los sepamos realidad,  ese conocimiento no  rompe el encanto y el  amor que condensan.

No olviden ser “mas naturales”, simplemente porqué, naturalmente es magnífico vivir.
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La vida, será un cuento?

Era indudable que muchos de ustedes ambicionaban ver la auténtica fisonomía de un Gnomo,  aquí en la siguiente foto lo alcanzamos a distinguir en detalle, se me ocurre que es de mediana edad, fíjense la aproximación con el rostro de un humano, solo lo diferencian sus orejas afiladas y su nariz abultada, procuren notar que sobre su cabeza hay animalitos y detras otros gnomos.
Que maravillas tiene la creación, no opinan igual.
Para finalizar, suplicando como siempre, les pido ser mas naturales, integrarse y proteger lo que vemos y lo que escapa a nuestra vista, pero que ya sabemos positivamente esta.

Tan cegados como el señor topo

Recordaba la fábula que mis papás me relataban de niño, el topo y la liebre, en donde el topo preguntaba a la  liebre que se veía fuera de la caverna y la liebre que hacía de ojos del topo, para no apenarlo, le contaba solo cosas lindas que nada tenían que ver con el escenario vecino.
Este pensamiento llega a mi por estar al tanto que, muchos visitantes no alcanzan a ver lo que exhibo y especulaba, que tal como le sucedió al topo, escuchamos relatos de este mundo maravilloso, del que muchos podrán poner en duda su existencia,  pero,  ciertamente las crónicas son auténticas, es un universo donde reina el amor y conforma  nuestro espacio, es una sola y unica realidad creada en conjunto y separada por la forma de ver.
Tal como le sucedió al topo que aunque falto de visión no dejó de creer en el mundo exterior, así debemos obrar nosotros con la mente despierta, abierta a nuevas formas y experiencias que no para todos son visuales.