Por motor la esperanza, no
obstante su marcada timidez se descubre frente a la cámara, al
distinguirla alcanzamos a percibir una muda e imaginaria exclamación, un enérgico ¡aquí estoy!. Imposible almacenar esta fotografía,
se distinguen más seres en la penumbra, sin embargo el rostro que se destaca es
el de la resuelta dama. Buena vida Pablo y Ana Borsani