Hadas, admirables damas que surcan los
aires ofreciendo asistencia al delicado ecosistema. Tres imágenes al pie,
inicialmente distinguimos una veloz dama
la que al abandonar las hojas de improviso se descubre frente a nuestra lente,
en la segunda imagen observamos una
joven en la foresta y por último, la tercer imagen nos acerca una fresca
señorita descansando sobre las hojas.
Respecto a las hadas podemos agregar
que su vivienda es un amplio capullo, así como sucede con la oruga durante la época
anterior a su transformación en mariposa. Su tamaño resulta fácil de desentrañar
si comparamos la silueta con las hojas que pertenecen a la variedad arbórea del
laurel.
Pareciera un cuento pero la realidad
se impone.
Cada cosa
tiene su belleza, pero no todos pueden verla. (Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.)
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani