El ser
humano al alejarse de la naturaleza se aleja de sí mismo, en ella permanecen por
nosotros olvidadas las más caras simpatías, agilicemos los sentidos, la
existencia es más compleja de lo que advertimos, estamos situados al otro lado
en lugar de avanzar junto a ella. Si nos complace pensar que más luego nos
espera un celestial y paradisiaco espacio, al presente no actuemos en su contra,
abonemos día a día ese delicioso terreno, notoria zona del aquí cuya línea divisoria
la implantan los sentidos.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani