En imagen un sombrero, se localiza colgado en la pared de mi habitación. Si
observan atentamente y con visión afilada verán un perfil semejante al de un
rostro humano pero, claro que es un sombrero, aunque habitado al menos momentáneamente por un ser anímico.
No todo lo distinguimos,
hay mucho mas esperando el momento, tiempo que esta llegando, instante en que
sin miedo a lo desconocido aceptemos la verdad que puebla el aire. Se trata
como siempre indico de la vida, sabemos que esta la vida cuando la observamos y también esta aquella que escapa a la visión y por ello no es menor su presencia.
Seres alejados de nuestros sentidos pero en mayoría hermanos.
Llegara
para cada  quien el contacto,
acercamiento que ya ocurre en el secreto del silencio.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani