Pobladores del “más allá”

Más allá, calificativo tal vez elegido a causa de los miedos que provoca lo desconocido, entre otras motivaciones. 

Solo el conocimiento podrá aclarar el cuadro, lo que pareciera imposible ciertamente integra nuestro entorno y se confunde en el proceso diario.

Hay quienes permanecen distantes de toda devoción, personas que exclusivamente elevan una plegaria en momentos de escasez,  individuos que sin intuirlo se encuentran alejados de esta bendita realidad, ellos son pobladores del auténtico “más allá”.

Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas. (Mariano José de Larra (1809-1837) Escritor español.)

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Más que un símbolo

Así como poderosa credencial, el símbolo de la cruz compañero inseparable que cuelga de mi cuello, atrae la atención de aquellos seres que ciertamente conocen más que los humanos de cuestiones espirituales.

Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón. Immanuel Kant (1724-1804) Filosofo alemán.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani

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Un banquete de gigantes

Debemos detener la marcha y despabilar los sentidos, es probado que no alcanza con solo mirar.
Conocemos una pequeña parte del escenario, transitemos desenvolviendo poco a poco este hermoso regalo llamado existencia, la comprensión forjará gigantes, formidables protagonistas inmersos en la materia que realmente les atañe, existir. 
Amar engrandece, amor y comprensión, imaginen,… un banquete de gigantes. 
La mejor vida amigos.
Pablo y Ana Borsani

Solo sé que no sé nada

Solo sé que no se nada, expresión apropiada para presentar las fotografías del día,   la frase se atribuye a Sócrates, pero fue Platón quién la recogió por primera vez, ya que Sócrates no dejó testimonio escrito, curiosamente, es tan sólo una parte de una oración,  la frase completa sería: “Solo sé que no sé nada y, al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada”.

Saber no sabemos nada, si conocemos que el entorno no termina donde da fin nuestra visión,  por esa razón tomemos con prudencia el hecho de existir, ciertamente no es un contrato,  es tan solo un obsequio, presente que debemos compartir con todos los habitantes del planeta tierra.

Buena vida

Pablo y Ana Borsani