Quedamos sin palabras; como decir que no estamos solos, que no somos tanto ni tan poco, como decir que todo somos nosotros.
La fotografía fue lograda en la mañana proxima pasada cuando saludamos a un conocido que está dentro del tronco de un gran árbol, él no está solo, lo ocupa junto a otros, así como de cuento pero tan real que obliga a reconsiderar la actitud humana, nos referimos a esa manía de desproteger como si no participáramos del botín, desconociendo la reciprocidad y el perjuicio al otro que también nos toca de lleno.
El planeta vive y eso está muy claro, podemos poner nombre a las cosas pero, de tantas tan poco sabemos. Es necesario ser más afectuosos sin requerir explicación, volver a lo natural, hacer crecer pero nunca empequeñecer.
Si el árbol, la piedra el aire u otra falta se desintegra la cadena; la gente, la vida, la naturaleza, el ambiente que tantas veces hemos de disfrutar por beneficio del normal ir y venir ya no resiste.
La imagen expone la realidad, en nosotros queda aceptar el conocimiento, en nosotros queda ser mejores, así sea.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
Está claro que si no existiera el grano de arena, no existiría la playa tal y cómo la conocemos. Un remando ejemplo, pero no por ésto menos cierto. Y así con todas y cada una de las cosas de nuestro querido pero vapuleado planeta. Podríamos hacerlo extensivo al universo mismo. Muchos somos concientes del daño que podemos hacer, pero no alcanza. Tal vez porque unos menos le hacen más daño y a conciencia. Bien dice mi amigo. Volver a lo natural. A la naturaleza del cariño mismo. La simpleza de la contemplación y aceptación. Sí somos importantes, pero no los únicos. Intentemos ser humildes y mejores! Así sea. Buena vida amigos!
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