La imagen nos muestra un rostro impreso en el árbol, se diría que
estamos frente a un árbol de naturaleza humana, aunque en verdad lo que estamos
observando es un ser que se ubica junto a él proporcionando firmeza a su
estampa etérea, conectándose a la madre tierra, pretendiendo con ansias
acercamiento con esos dos humanos que viera venir por el camino.
Palabras, mas palabras y muchas caricias, un tesoro en esta etapa en que
tan solo las emociones cuentan, basta percibirlos, son sentimientos sumergidos
en el aire.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
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