Es noche ya,
el interior a media luz adecua para conocer
diferentes rostros, figuras anónimas que
se agregan al extenso elenco de hogareñas energías que habitan nuestra vivienda.
Ella joven y
atractiva, por detrás el, dulce y curtido varón quien a la par de difusas
figuras juveniles posan para el presente retrato, imaginamos persiguiendo
convocar a aquellos que aun cargan el recuerdo en sus corazones.
De nuevo las
palabras de Antoine Lavoissier cobran vida con este encuentro "Nada se crea, nada se pierde... todo se
transforma".
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani
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