martes, 16 de diciembre de 2014

Posesión espiritual.

La forma en que una persona de allá, individuo que al poseer una composición diferente a la nuestra se vale en este caso de un cuerpo, mi perfil, el que lo asiste para recrearse, alcanzando hacerse visible para quienes saben mirar,  y es que mientras que ver es exclusivamente quedarse con lo superficial, mirar es tomar parte de la forma, del alma, del interior, de la esencia misma de la cosa. En cantidad de ocasiones advertimos figuras en la niebla, rayos solares, humo, arboles e infinidad de substancias las que facilitan una plataforma más firme que el mismo éter para manifestarse, algo similar a un vidrio que al empañarse deja al descubierto huellas que antes no eran visibles. Personajes con igual realidad que cualquiera de nosotros, sin más que recorriendo diferente zona del camino, lo que algunos despectivamente nombrarían fantasma, claramente seres humanos, antecesores de nosotros. La actitud de cada espíritu, a la que muchos le han hecho mala fama,  difiere acorde a como haya reaccionado al cambio la persona, hay quienes lo asumen con naturalidad y los hay malhumorados, insatisfechos con su evolución,  apresurados por regresar, incluso con tareas que ultimar, familia, etc. ello los convierte en seres fastidiosos, especialmente con ellos mismos ya que ahora con este avance poseen limitaciones importantes en cuanto a su intervención en "este mundo", se los puede reconocer por el rostro enojoso.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani


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