Frutos de vida.
Primeramente nos maravillamos frente al descubrimiento de distinguidas
flores con rostro, observamos facciones ciertamente como la nuestra.
Ahora y en continuidad con tal asombro exponemos pastos que al igual tienen
rostro, o más precisamente los bien parecidos son sus frutos. La
regla es poco más o menos general y cíclica, surgir, reproducirse y volver la
hoja, así para toda la vida que tiene desarrollo en el planeta.
Todo ser vivo ostenta una silueta, por lo cual no debería asombrarnos
descubrir que existe igualmente un rostro vegetal. Invitamos a correr el
velo, a ingresar al terreno de la fascinación, como es costumbre robustecemos nuestro
testimonio con fotografías propias y únicas que manifiestan la realidad, algo
desigual a como la advertimos.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
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