lunes, 10 de febrero de 2014

Tronkin, nuestro viejo amigo

A la vista simple del humano corriente, tan solo un tronco seco con algunos cortes realizados para evitar que su larga silueta obstruya el camino, pocos conocemos la realidad de su figura, es como que vemos pero no advertimos que la vida fluye y tiene rostro en el viejo tronco que consideramos ya acabado por el tiempo.
Esto nos refuerza la idea de que una cosa es la que creemos ver y otra la que realmente deberíamos ver, quizás sea nuestro sentido común el que juega un papel dominante en estas travesuras de la visión.
Disfruten y como siempre les deseamos buena vida amigos lectores.
Pablo y Ana Borsani


No hay comentarios:

Publicar un comentario