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miércoles, 28 de septiembre de 2016

Las altas cumbres y un sol anochecido

Plenilunio, el planeta en que habitamos entre el sol y la luna, maravilloso espectáculo contenido por las altas cumbres y un sol anochecido. Sobre la orilla del camino un enraizado árbol nos muestra el rostro ya arrugado de quien eligiera tiempo atrás no separarse jamás de su suelo, miles son las miradas que no descubren al disimulado varón en su vigilia permanente.
Lugar, Villa Cura Brochero cabecera del Departamento de San Alberto en el Valle de Traslasierra, Córdoba, Argentina.
Quiera el destino se conserve sin daño alguno hasta que desee Dios.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani




jueves, 4 de junio de 2015

José Gabriel del Rosario Brochero

José Gabriel del Rosario Brochero, nació en 1840 en las Sierras Chicas de la provincia mediterránea argentina. Murió en 1914, leproso y ciego. Su misión la desarrolló a lomo de mula. Fue incansable en el rescate de las almas de una población serrana muy pobre, aislada y olvidada,  librada al estrago del alcoholismo y la violencia.
El cura Brochero, como se lo conoce popularmente, dejó una huella imborrable en el bello paisaje de Traslasierra: con la ayuda de sus "ovejas", construyó caminos, escuelas, capillas, oficinas de correos y una Casa de Ejercicios espirituales en la Villa del Tránsito, hoy llamada Villa Cura Brochero en su honor.
A continuación algunos comentarios, publicados en el sitio de Radio Vaticana:
"Para saber quién fue el cura Brochero, [hay que] subirse al cerro Champaquí que es lo más alto tras las Sierras Grandes de Córdoba, a 2800 metros de altura, y desde allí contemplar la extensión hasta los llanos de La Rioja, porque el corazón del cura Brochero, sacerdote abnegado y evangelizador incansable, recorrió todo ese territorio a lomo de mula. Brochero era un cura pobre de cosas, pero muy rico de cariño por la gente, como Jesús. Las sierras son muy lindas. Pero también muy duras para sus habitantes y, como ahora, cuando Brochero recorrió estos parajes donde se mezclan el verde y el desierto, había mucha miseria material y espiritual. Aunque no tenían caminos, el cura los hizo con su mula malacara, visitando a todos lo que vivían en su inmensa parroquia. Les enseñaba el catecismo, acompañaba a los enfermos y animaba a todos al trabajo y a la vida cristiana. Junto con los callos que le levantó la montura, también se levantaban firme las escuelas, las iglesias y las familias cristianas, en el camino del cura Brochero, como pedazos queridos de su corazón de pastor.
"Prisionero de los vicios, el alcoholismo, las peleas y las pasiones desordenadas, estaba el paisano con su familia en los tiempos de José Gabriel Brochero en Traslasierra. Estaba atado, encadenado, condenado a la miseria y a la desgracia. Como dice el Evangelio, 'Jesús se conmovió porque estaban errantes como ovejas sin pastor'. Y como Jesús, el Cura Brochero sintió compasión. Con su sacerdocio, por la reconciliación y la comunión de Vida en el amor que Jesús ofrece, Brochero liberó a muchos paisanos y formó una comunidad que trabajaba unida por el bien de todos.
Volvé por un momento a 1870, cuando todavía cruzaban las sierras a lomo de mula o caballo, y trazá un camino sintiendo cómo te crecen los callos en las "posaderas" - como decía el cura Brochero. Y con ese camino, como si fuera un hilo, andá enlazando para Dios a fuerza de amistad y trabajo, tantos cristianos como personas encontrés. Imaginá que se crea una gran familia de hermanos y amigos que se ayudan a progresar en las condiciones de vida; a acercarse espiritualmente a Dios. Dibujá en este paisaje sobre la mula un cura de sombrero alón, con un corazón de amigo y sacerdote incondicional, y estarás frente a José Gabriel Brochero del Rosario, párroco en Traslasierra."*


Un grande de simpleza singular y espíritu indomable, José Gabriel del Rosario Brochero, por siempre, un hombre santo.
Las imágenes nos transportan a la capilla de Nuestra Señora del Tránsito, emplazada en la localidad de Villa Cura Brochero, espacio agraciado, área de extraordinaria energía. Observen el destello color verde oliva sobre el hombro de Ana, un aparente fulgor que emanaría del contacto, al tiempo, la mano derecha del Curita Brochero permanece con el puño en posición cerrado, en ella sujeto un crucifijo, y sobre ella notamos que se han formado desiguales rostros, no obstante uno se acentúa, lo podrán apreciar amplificado en la segunda imagen, la tercer imagen nos muestra la Iglesia y parte de la casa de ejercicios en todo su esplendor.

El misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos. (Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.)
Buena vida
Pablo y Ana Borsani






* Fuente: Infobae