Un nuevo anochecer con distinta presencia, se trata de un ser de apariencia adulta y reservada que nos deja notar su tristeza.
Morir no es final, es tan solo saltar del juego para volver a iniciar, es caer sin haber tocado la cima y volver a intentar. Es tarea para avispados jugadores, saber vivir y perdurar.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani