En lo alto
una silueta de aspecto tan claro como la luminosidad presente observa; se muestra
frente a Ana por su petición, y así sucede para casi todas las almas que elevan
una oración, rogativa de aquellas ya preparadas o lo que es mejor de esas que afloran desde lo
profundo sin ajuste previo.
En imagen
observaran la luz que nace de la cruz que llevo sobre mi pecho, iluminación
proveniente de fuente divina, amplificando logramos distinguir un luminoso
individuo posicionado en la zona
superior del símbolo. Su nombre o jerarquía no cambia el momento, si destaca el
conocimiento que alcanzamos, el cual pretendemos propagar hasta el último rincón en donde habite un ser humano.