Seres de toda naturaleza, documentados
y e indocumentados pueblan este maravilloso planeta, no notarlos no debe ser
motivo para negar su existencia, entre tantas clases desiguales se encuentra la
nuestra. Así
como un rosal carente de flores es tan
solo follaje colmado de espinas, nosotros y tantos otros que
advertimos o que posiblemente nos quedaran
por descubrir, son perfectos pimpollos de
este asombroso planeta llamado tierra.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani