De tratarse
de aquella época diríamos que estas damas consultan al espíritu del gran árbol,
grandioso verdad, vemos el rostro del gran árbol con sus ojos apuntando hacia
abajo observando a las féminas visitantes.
Obviamente
no podemos despedirnos sin antes solicitar sean amables con la naturaleza, se
trata de vida con valor agregado, sostén de la existencia en el planeta
tierra.
Buena vida.
Pablo y Ana
Borsani