De duendes y tesoros.

Duendes, seres probablemente mágicos, con poderes sorprendentes, siempre vivos en el imaginario popular, su vista los relaciona con grandes tesoros, si portan el cuerno de la abundancia, hay quienes dicen que será señal que nada faltara. 

En verdad desconozco qué tanta magia alcancen, si positivamente se que, pueden leer nuestra mente tal como un libro abierto, no solo conocen nuestros pensamientos, están al tanto de todo el contenido, razón por la que no siempre tenemos acceso a su presencia, estamos  obligados a ganarla.

Son seres diferentes, por ello tendrán distintas costumbres y actitudes y también sé que hay uno muy cerquita de cada uno de ustedes, les propongo estrechar relaciones,  quien les dice, descubran que tienen un amigo de oro.

En la siguiente imagen verán un duende acompañado por sus amiguitos, tiernos animalitos del bosque.

Buena vida, seres naturales!!!

Pablo y Ana Borsani

Como si deseara mostrarnos, numerosos tesoros, en sus brazos animalitos del bosque.

 

Efecto ser humano.

Desconocemos el efecto que causa en Uds. Amigos lectores la vista del  material que publicamos, esperamos de corazón que el efecto sea protector,  el planeta necesita para continuar generando vida de toda nuestra ayuda, asistencia que no obliga a esfuerzo alguno, ayudaremos haciendo tan solo “nada”, si tal como han leído,  nada que dañe el progreso de la vida en el planeta.

Les cuento, el día en que tomábamos las fotografías que presentamos de zona de montaña, nos aterramos escuchando explosiones muy cercanas que se sucedían y se sucedieron por días,  muy posiblemente de actividad minera, aprovecho para hacerles una pregunta, usted tomaría un martillo y comenzaría a golpear  paredes, pisos o techo de su vivienda en busca de no sé qué?, ciertamente la respuesta es negativa, me dirá, en casa reparamos nunca rompemos, en casa nos refugiamos de las asperezas del tiempo, nuestra vivienda nos da sensación de seguridad, cobija a los nuestros,  tan así sucede con este gran hogar que es  el planeta tierra,  por unos cuantos que no les importa lo estamos perdiendo, minería, guerras, tala de bosques, contaminación del agua, contaminación del aire, radioactividad y la lista sigue.

Se detuvieron a pensar un momento que es la vida, se dieron cuenta que debemos aprovechar cada instante, que no estamos en esta tierra para pasar angustias, todo lo contrario, nos han entregado las herramientas solo faltaría usarlas, amor, amistad, felicidad, buen humor y cuantas más.

Instruyamos a la nueva generación, manifestémosle  que lo que hace esta actual generación, la de sus padres, no es lo correcto y que deberán corregir actitudes, posiblemente si llegamos a tiempo, nuestros hijos podrán gozar de lo que consideraríamos muy normal pero no lo es, tal como  disfrutar el aire limpio, agua cristalina, sol, lluvia y  numerosas cosas en las que no nos detenemos a pensar por juzgar que forman  parte de una realidad  establecida,  pero en verdad muy golpeada por el  inteligente ser humano.

En resumen, como siempre digo, ser naturales. 

Buena vida amigos lectores.

Pablo y Ana Borsani

De hadas y de sueños

Hadas, esas mágicas damas que vuelan por el mundo dejando un rastro multicolor, seres popularizados por la literatura infantil o las versiones animadas que quedaron como símbolo de la magia de  walt Disney, tal como la célebre campanita,  existencias fantásticas que tan solo con su polvillo podían hacer verdaderos héroes voladores a quienes rociaran con él,. Ahora de grandes y ya alejados del mundo fantástico de antaño,  podemos disfrutar de  las hadas reales que atraviesan los jardines sin que siquiera lo notemos,  les propongo que, a pesar de que no estén dentro de nuestro alcance visual, intentemos utilizar otros sentidos para percibir su presencia, si somos seres puros, naturales, indudable que lo lograremos, con ustedes algunas de las últimas fotografías obtenidas.

 El asombro de ustedes hoy,  es el asombro nuestro de ayer.

Gnomos de la serranía.

En repetidas oportunidades hemos presentado Gnomos del bosque y del  jardín, ahora tenemos el agrado de conocer los Gnomos de la montaña, seres muy distintos en sus costumbres ya que no necesitan de profuso verde para subsistir, habitan en lugares más desérticos con vegetación  menuda,  toman más sol que sus iguales del bosque y aprovechan las cavernas que se producen naturalmente en las rocas para cobijarse, su alimentación difiere a la de sus pares antes mencionados.

La fotografía numero uno y dos nos muestra un amiguito recostado dentro de un tronco hueco, imagen que presento repetida para que nadie deje de notarla.

La fotografía número tres, nos exhibe un caballero asomando su cabeza desde la puerta de su vivienda, seguramente para no perder de vista  nuestro paso.

Ser naturales. No debe ser de otra manera, nuestra casa es el planeta, estamos obligados a cuidarlo y si lo hacemos entre todos, cuanto mejor, no creen.
Gracias y buena vida.

 

Misma foto distintos tonos

Gnomo observando desde su vivienda