Se hace evidente que la vida fluye para el sorprendente individuo que revelamos el día de hoy, su rostro aglutinado al tronco, sus ojos sólidos, reales y abundantes de vida.
Nacer, vivir, morir, y es así una y otra vez, la zona central de este decálogo es la del disfrute en cualquier conformación o dimensión que toque, vida, cuanto respeto merece, por ello es que sobran las explicaciones, se trata de un ser vivo, real y tan palpable como "esos ojos".
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
Ojos que deberían estar pletóricos de vida. Pero hasta me animaría a decir que les fluye la tristeza. Por quién? Por nosotros, la mayoría de los humanos. Aprenderemos algo alguna vez? Así sea!!!
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