No solo dedicamos este sitio a la presentación fotográfica, las
conclusiones también tienen su espacio, lugar que ocuparemos hoy para develar la
forma como se percibe el escenario, esencialmente ese escenario que no descubre
la visión.
Comenzaremos diciendo que nuestros ojos, ven lo que el científico Albert
Einstein bautizo con el nombre de fotón, El fotón es la partícula elemental
responsable de las manifestaciones cuánticas del fenómeno electromagnético. Es
la partícula portadora de todas las formas de radiación electromagnética,
incluyendo los rayos gamma, los rayos X, la luz ultravioleta, la luz visible
(espectro electromagnético), la luz infrarroja, las microondas y las ondas de
radio. La información recibida por nuestros ojos en fotones es enviada a la
corriente nerviosa que los conecta con el cerebro el cual convierte esa señal
en visión.
Las
cámaras fotográficas digitales concentran los rayos de luz sobre un elemento
capaz de analizar la luz e interpretarla en lenguaje digital, en forma
numérica, este elemento se llama sensor electrónico, al disparar la cámara, la
luz llega a un sensor CCD, (Charge Coupled Device), el
cual contiene en su interior millones de cuadritos llamados pixeles, que son
los que forman una imagen cuando reciben luz.
Esto
prueba que la energía no caracteriza a los seres sutiles, y da cuenta del
motivo por el cual en las fotografías podemos capturar siluetas que hubiesen
pasado desapercibidas de otro modo; sucede que la capacidad de ver de nuestros
ojos y proceso del cerebro es fijo, procesamos continuamente del mismo modo, con
mínimas variaciones, no sucediendo así
con la cámara fotográfica debido a que ella se adapta a baja luminosidad y así posibilita
el descubrimiento de infinidad de formas inadvertidas, máxime, no siendo sólido
el objeto y de escasa energía o baja irradiación.
La luz solar es energía la cual ilumina, en realidad todo lo que posee energía es
lumínico en proporción a la cantidad que
contenga.
Lo
que no procesa nuestra visión es carente de energía o sutil e incapaz de variar
ante la iluminación impropia. El día es energía, lo traduce así como lo
apreciamos diariamente nuestro cerebro una vez recibido el mensaje por medio de
los ojos en forma de ondas electromagnéticas.
La quimera
limita el conocimiento dejando a manera de trofeo la ignorancia, solo la razón nos
crea libres.
Buena
vida
Pablo
y Ana Borsani
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