Hemos de
comprender que nuestra actitud nos marca, nuestro proceder forma o aleja seguidores.
Ciertamente no es buena la soledad, es innegable que a ella la corteja la
tristeza, máxime si nos encontramos aislados a causa del comportamiento.
Es la razón por
la cual en este viaje al más allá encontramos seres abatidos, individuos que no
han sabido socializar, sujetos atascados en espera de ese sentimiento llamado
amor que permanece adormecido.
En imagen,
una muchedumbre aguarda el rayo de luz que ilumine la salida, me abrazan considerándome
habiente del perdón que ansían en razón de lucir una gran cruz suspendida sobre
mi pecho, ávidos de misericordia; misericordia que anteriormente no creyeron
necesitar.
Una gota de
color matiza el cristalino estanque, solo a los límpidos les es posible
integrar la corriente.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani
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