Sospechamos que es como dejar por varias horas niños con elementos de pintura recluidos dentro de una habitación, al ingresar, notaríamos que hasta el techo tendría pintura. Esta pareja de la imagen dentro de su época, se encuentra bajo un cielo límpido respirando aire puro libre de contaminantes, entre otras bondades naturales de su tiempo, hecho que transcurre en lo que creemos nuestro momento ya que si ellos nos advirtieran especularían que el momento les pertenece.
Lo que seguramente acontece es que su “habitación” por llamarle de algún modo, no es la misma que ocupamos nosotros, algo así como observar a través de las paredes, no importa en qué condiciones este la casa del vecino, la nuestra puede tener un ambiente muy diferente, si bien se pueden encontrar emplazadas en la misma parcela, quizás mismo edificio, incluso pared mediante, pero, sin comunicación continua.
Observar parcialmente y comprender, afirmaríamos que es un hecho moderadamente consentido, interactuar propiamente, absolutamente vedado, las razones evidentes.
Los que estén al tanto de informática piensen en un disco rígido gigantesco con la información de todas las épocas prolijamente almacenada y mostrándose en infinitas pantallas al tiempo.
Esta representación de la vida nos aleja sobremanera del tan vaticinado fin del mundo, posiblemente se produzca algún día el final de algo pero jamás del conjunto que compone la obra.
Aunque analicemos en busca de respuestas, por el momento difícilmente obtengamos evidencia. Por lo pronto recomendamos disfruten y agradezcan en sus plegarias por esta maravilla y perfección que nos permiten advertir.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
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