Se ha
utilizado lo que de por si es propiedad de todos para beneficio de pocos, conservando
ocultas maravillas como esta que aquí por segunda ocasión presentamos, los ojos
del árbol.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani
Al igual que aves en su alcoba dos energéticos amigos se descubren próximos a nosotros. La fotografía afirma nuestra observación, se trata del hogar, nuestro hogar ya que, a los finales todos y sin distinción alguna, al igual que estos dos individuos regresamos al punto de partida.
Por el futuro y presente de tantas almas pedimos, existamos “naturalmente”, cortejemos al entorno para así plasmar una eternidad de “buena vida”, estamos convencidos que sin principio no existe un final.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani