Al igual que aves en su alcoba dos energéticos amigos se descubren próximos a nosotros. La fotografía afirma nuestra observación, se trata del hogar, nuestro hogar ya que, a los finales todos y sin distinción alguna, al igual que estos dos individuos regresamos al punto de partida.
Por el futuro y presente de tantas almas pedimos, existamos “naturalmente”, cortejemos al entorno para así plasmar una eternidad de “buena vida”, estamos convencidos que sin principio no existe un final.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani