No están irritados,
solo pretenden ser percibidos, es notorio que les hacemos falta así como ellos nos
hacen falta, viven sutilmente los ya conocidos y los que no, todos están, en ese
espacio que tan poco dista del nuestro, o que más bien es el nuestro entendido
de otra manera, viven en el amor y es así como calificaremos su zona. Un ser cristalino
en donde ya nada más queda.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani