Desde tiempos
remotos el hombre se ha preguntado sobre el origen del símbolo de la cruz,
muchas son las afirmaciones al respecto, si bien nada ni nadie lo explica mejor
que las observaciones por nosotros realizadas sobre el terreno, allí en donde
reina la eternidad.
Quienes
pertenecen al reino divino se distinguen de los que de paso están exhibiendo la
señal de la cruz, incluso algunos llevan
grabada en su tez la agraciada insignia.
Por ello
entendemos que su uso no es estrictamente un tributo del hombre a su Dios, tampoco
se trata de religión; sobre seguro desde remotas épocas a convivido junto al mortal
a modo de instrumento, elemento divinizado y consagrado al resguardo del alma.
Y si llegado
el día te encuentras desorientado, sin titubeos
persigue el camino señalado.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani