En el
santuario de la vida las puertas permanecen abiertas. Eternamente hay quien de
oídos a nuestra habla, sus múltiples rostros tantas veces desconocidos, nos
explican que en el reino celestial se desempeñan los famosos y tantos otros que
aquí los humanos ignoramos, claramente entre todos crean un equipo “celestial”.
Prueben, visiten
el templo de la vida, su ubicación es a cielo abierto, quienes fueren sus venerados
velozmente conducirán el encuentro.
Solo hemos de
aflojar la guardia y al instante llega el contacto, existen todos y más; mucho
más para extender el asombro por los siglos de los siglos.
Olvidaba contarles
sobre la magia,…… la magia pertenece al creador.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani