Desde el
inicio de esta particular amistad es que acostumbramos sentarnos frente a una mesa
cercana, hablar, observar y percibir. Hoy en día y gracias a la magia de la fotografía
conseguimos compartir en parte nuestra experiencia la que empuja el conocimiento,
en este caso comprensión hacia los vegetales. Si bien se trata de un espíritu
que se aloja en el follaje es interesante saber que en un futuro adquiriremos
el gusto por la vegetación, la que seguramente valdrá de sostén facilitando energía
y así a su vez un preciado habitad.
Valoremos
hoy aquello que en un mañana nos será esencial, el conocimiento asegurara un
futuro mejor.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani