Todo tiene
espíritu, sea propio u ocupante, cada piedra, cada árbol, la tierra, el aire,
el agua, el cielo, se dice que incluso el buen vino tiene espíritu. De ser
propio se trata del silencioso motor que impulsa la forma, el que confiere ánimo,
carácter y fortaleza.
Confieso que
es mi gusto utilizar sombrero, pero no cualquier sombrero, de preferencia los de
nuestro organizador; de buen espíritu, difícil explicar la relación que nos
une; en imagen pueden observar gorros colgados, la fotografía declarara más que
las palabras. Créanme si les digo que es evidente la presencia al instante de vestir,
velozmente aprecio la alianza, cabeza y sombrero.
No estamos
solos!!!
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani